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Paraguay: Sexo, religión y política


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A esta altura de los escándalos, protagonizados por un exObispo con irrefrenable actividad sexual reproductiva, aunque poco productivo en su papel de Jefe de Estado, distintas fuentes coinciden en presumir que este culebrón comenzó hace meses, con la llegada al país de la Embajadora de Estados Unidos Liliana Ayalde, una especie de nueva Mata Hari o Dan Mitrione, profesionales en la infiltración.

José Antonio Vera

desde Asunción

Margarettha Gertuida Zelle, llamada H21 en los servicios secretos que se movieron en la primera guerra mundial, obedientes a quien pagara más, ha quedado en la historia como Mata Hari, un personaje seductor, bella bailarina adorada por hombres y mujeres, mayoría ignorando su verdadero papel de inescrupulosa espía.

Dan Mitrione, fue director en Uruguay, en la década del 60, de la agencia de Estados Unidos para la ayuda al desarrollo AID, escudo insospechado que cubría su real actividad de agente de la CIA en la lucha contrarrevolucionaria.

Fue el creador de los escuadrones de la muerte en Brasil y en Uruguay, donde fue capturado por el Movimiento Tupamaro y semanas después ejecutado, cuando sus patrones de los servicios secretos norteamericanos hicieron saber, a quienes negociaban su liberación, que ya era un “hombre muerto”, pues no podían confiar más en él. Abandonado como limón exprimido.

Ayalde llegó a Paraguay alrededor de la asunción de Fernando Lugo, el 15 de agosto pasado, tras el triunfo electoral de la Alianza Patriótica para el Cambio, una coalición heterogénea de partidos y movimientos sociales, que coincidieron en designar al obispo renunciante como su candidato.

En ese momento, poca atención se prestó al cambio de la cabeza de la Embajada de Estados Unidos, que estaba a cargo de James Cason, poco tiempo antes traído de Cuba, donde había convertido su despacho en una oficina de la contrarrevolución.

Cason, hábil demagogo, se hizo popular animando tertulias folklóricas en las que le rendían hasta su alma muchos paraguayos de la farándula, llegó a Asunción en medio de la esquizofrenia del equipo criminal de Bush que inventaba terroristas por todos lados y sostenían que había células en la triple frontera que forman Paraguay, Brasil y Argentina. El globo se desinfló y hubo que cambiar libreto.

Desde marzo de 2006, Lugo comenzó a perfilarse como la única persona capaz de terminar con seis décadas de infamias del Partido Colorado y los servicios de inteligencia de varios países comprendieron que debían prestarle atención. Lo estudiaron y es de presumir que descubrieron que la mujer le provoca una irrefrenable atracción. Había que actuar pues, buscando explotar ese flanco débil.

En ese esquema es que aparece Liliana Ayalde, con algunos años en las selvas colombianas, al frente de la agencia norteamericana de ayuda al desarrollo USAID, donde se ejercitó en la búsqueda de terroristas, en complicidad con el Presidente Uribe Vélez, muy vinculado por parentesco y amistad con las familias de narcotraficantes y paramilitares que apoya la CIA.

El trampolín de la batalla contra Lugo es una ofensiva mediática tremenda, cuya agresividad, sin embargo, podría estar dando señales de efectos de boomerang a su favor, resultado del hartazgo de parte de la población por la exageración periodística en tratar el tema sexual como si fuera el que más interesa al pueblo.

Entre los seis millones de paraguayos, el 60 por ciento está sumido en la pobreza y cuatro de cada diez, en la miseria crónica. El desempleo afecta cerca del 70 por ciento de la población en edad laboral, la seguridad social alcanza sólo una décima, la corrupción es inmensa, la inseguridad pública crece, y el déficit en educación y salud aumenta, alejándose cada día más de las ofertas electorales de Lugo.

El paraguayo, acostumbrado a protegerse de los regímenes autoritarios, aprendió a hablar poco pero a mirar todo, y recién habla cuando ve amenazada su patria, lo cual se constata estos días, en comentarios en salas de redacción y entre corrillos de funcionarios estatales, como asimismo en el medio de diplomáticos extranjeros.

El plan desestabilizador en marcha contempla un juicio político al mandatario que, aunque improbable, incluye su desplazamiento a favor del Vice Federico Franco, ambicioso político liberal que se presta gustoso a la conspiración, a tal punto que confiesa que “el entorno de Lugo me empuja a ser opositor”.

En medio de ello, van surgiendo indicios de que la Embajadora de Estados Unidos, jugando a varias bandas, estaría desempeñando un papel decisivo en todo este aquelarre que mezcla al macho cabrío y sus amantes con la política de estado.

¿Objetivo? Paralizar la acción de la mayor parte del gobierno, y evitar que el país se consolide como un miembro más del “eje del mal”, junto con Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Honduras y El Salvador, son también ovejas descarriadas, a las cuales Estados Unidos confía recuperar.

En la agenda de Lugo estaba fijado un viaje a Estados Unidos este viernes 24, inesperadamente suspendido, sin ninguna explicación por parte de la Secretaría de Información.

Ayalde ha sido fotografiada junto con el Jefe de Estado paraguayo pescando en las aguas del Río Paraná, pero circulan versiones de que esa relación alcanzaría su mayor intensidad pasional en el aire, en pleno vuelo.

El mandatario se desplaza a menudo a diferentes regiones del país y, según diferentes fuentes, es frecuente que lo acompañe la embajadora, en silencioso juramento. Faltaría saber si los reúne algún túnel, que no es de excluir exista entre el bunker de la sede diplomática y la residencia presidencial, separadas por una simple avenida.

En el currículo de la diplomática sobresale su experiencia en tareas de infiltración de gobiernos, consagrándose hace unos 15 años en Bangladesh, al servicio de la USAID, esa agencia de Estados Unidos de ayuda al desarrollo, pero que tiene fama de boicotear todo proyecto de los países del tercer mundo que busquen independizarse de la tutela del Pentágono y la Casa Blanca.

Desde hace unos diez años, por su posición geográfica, encima del Acuífero Guaraní y en la Triple Frontera, Paraguay ocupa un sitio de especial atención por el Pentágono, según la profesora Ana Esther Ceceña, Coordinadora del Observatorio Latino Americano de Geoestrategia, formada en la Universidad de la Sorbona, Francia.

En el Plan Colombia, de militarización del continente, elaborado por Estados Unidos, Paraguay sería epicentro del “derrame hacia el sur” que, desde Ayacucho, Perú, intentaría cubrir todo Bolivia y, a la vez, conseguir un corredor central hacia Venezuela, atravesando la Amazonía, sostiene Ceceña.

Evo Morales, quien meses atrás expulsó de Bolivia a la DEA y a la USAID, acaba de ordenar el cierre de las fronteras con Paraguay y Brasil porque estarían ingresando muchos mercenarios para desestabilizar su gobierno, fingiendo ser traficantes de drogas y de armas, en connivencia con industriales y latifundistas de la media luna, donde se concentra la mayor fuerza opositora.

En ese contexto vecinal, en una región de particular interés para los planteos geoestratégicos, es que salta y se desarrolla la seguidilla de escándalos que tienen al Presidente de Paraguay como centro, en lo que muy bien puede ser el primer nivel de un plan de sometimiento, que podría proyectarse con acusaciones de complicidad con secuestradores y enriquecimiento ilícito de colaboradores.

En plena campaña electoral, a principios del año pasado, la derecha llenó el país con afiches de Lugo, al que montaron como guerrillero de las FARC y buena parte de la prensa lo acusaba de vínculos con secuestradores, en particular en el caso de Cecilia Cubas, hija de un exPresidente, quien fue asesinada en forma crapulosa.

Entre los detenidos por ese plagio, aparecieron algunos discípulos del entonces Obispo del conflictivo Departamento de San Pedro, lo cual fue utilizado por sus opositores en la campaña electoral, con la intención de denigrarlo.

Ese supuesto vínculo con los secuestradores, podría ser utilizado de nuevo, una vez que pierda efecto el capítulo de su paternidad no asumida en la mayoría de los casos denunciados, que hasta ahora son tres, aunque los dos últimos generan dudas, otro pecado para el Vaticano que sólo acepta la certeza.

La primera mujer, Viviana Carrillo, con un hijo de casi dos años, consiguió que Lugo reconociera al niño y estaría residiendo en una casa del exObispo, la segunda es Benigna Leguizamón, con un pequeño de seis años, quien presentó denuncia ante la fiscalía, con agresividad e insultos al presunto padre.

El tercer caso es diferente. Damiana Hortensia Durán es una mujer instruida, que desertó del Movimiento Tekojoja, principal fuerza de apoyo a Lugo en la campaña electoral, durante la cual engendró un hijo con el candidato a Presidente, cuando ya había abandonado la sotana, “en un acto por amor, plenamente conciente”.

En rueda de prensa, convocada por ella, para informar que tiene un bebé de 16 meses. Dijo que nada reclama para si, pero afirmó que hay tres hijos más sin ser reconocidos y que está dispuesta a ayudar a esas madres para que los niños lleven el apellido de su padre y que éste se haga cargo de ellos.

Hasta ahí todo muy bien, pero llama mucho la atención el desplazamiento meticuloso que realiza esa tercera madre, observando un orden que da la sensación de ser producto de una planificación fríamente elaborada. No trasunta emoción en su relato. ¿Será que la ligereza del ser no conoce límites?.

Lugo se ha metido en un berenjenal, del que ya no podrá salir con la ropa limpia y, por encima de su actividad privada e íntima, el problema es político, dado que en forma casi estúpida, todos los días permite que la oposición, desgarrada e incapaz hasta ahora, esté recuperando fuerzas.

El descrédito en la confianza popular que el ex Obispo supo cultivar en un corto lapso, se alimenta mucho más de la inoperancia gubernamental que con las reiteradas apariciones públicas de mujeres que se presentan ante fiscales y periodistas para reclamarle reconocimiento de paternidad.

El tema más grave para el país es que el resultado de la acción del gobierno que asumió hace ocho meses, está muy por debajo de las promesas electorales, de la inmensa expectativa que despertó y de la atención que le corresponde dar a las áreas sociales y económicas que requieren urgente tratamiento.

23 de abril de 2009

José Antonio Vera
Periodista uruguayo radicado en Paraguay
jvsolmar@yahoo.es

Rodelu

20/06/2009 Posted by | Politica Internacional, Politica Latinoamerica, Uncategorized | , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario