America Latina Unida

Mi selecciòn de temas vinculados a Argentina y a la Patria Grande.

Ciudad de Buenos Aires La pelea por un tema capital – Eduardo Anguita


Publicado el 28 de Diciembre de 2010

Por Eduardo Anguita
Director de Miradas al Sur. 

El paisaje de la ciudad en enero será de tranquilidad. Pero, a no engañarse, los sectores más postergados, los del sur porteño, no sólo no se van de vacaciones sino que tienen los mismos o más problemas que el resto del año.

 

A diario, alrededor de 3 millones de bonaerenses ingresan a la Ciudad de Buenos Aires a trabajar. En ella, hacen infinidad de gastos. Un flujo incesante de turistas llega a Ezeiza y, antes de viajar a otros destinos turísticos, disfrutan de la Reina del Plata. En ella, hacen infinidad de gastos. Una cantidad de inmigrantes de países limítrofes se radican en Buenos Aires. Ellos también hacen infinidad de gastos. En la ciudad, además, están radicadas la mayoría de las casas centrales de las grandes empresas comerciales, financieras o industriales, y ellas también tributan al fisco porteño.
Una clave para entender por qué Buenos Aires es un tema capital es que todos esos gastos tienen distintas alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos. En promedio, cada compra le representa un tributo del 3% a la Ciudad. La recaudación de Ingresos Brutos es tan importante para las arcas fiscales porteñas que significan el 75% de los ingresos. Aunque la publicidad del PRO hable tanto de “los vecinos” de Buenos Aires, la ciudad está financiada por una cantidad de personas que no son, estrictamente, vecinos porteños. El coeficiente de recursos públicos de esta ciudad –que es, además, la Capital Federal– por habitante es muchísimo más alta que el de cualquier otra ciudad argentina. Tiene tantos recursos que prácticamente se autofinancia. Sólo recibe el 10% de recursos de la Nación, cuando el promedio de las provincias argentinas requieren del 50% de aportes federales. La mayoría proviene de impuestos coparticipables, pero otros son recursos que surgen de leyes especiales o de decisiones propias del Ejecutivo Nacional.
La Ciudad de Buenos Aires parece una joya. O lo es. Pero no en el sentido generoso de que funciona bárbara. En este caso, la metáfora sería que es una joya hecha con metales preciosos que cuestan sangre. Sangre que no es precisamente de quienes tienen que administrar el presupuesto. Mauricio Macri se queja de que la Legislatura no se lo vota. ¡Qué bueno sería un debate a fondo de la aplicación de los gastos! ¡Que bueno si, además, se le sumara el pésimo control que hace la oposición!
Los porteños –y quienes gastan la plata en Buenos Aires– se enteraron en estos últimos meses que la subejecución del Presupuesto de vivienda en 2010 fue tal que sólo se gastaron alrededor de 100 millones de pesos, mientras que dejaron de aplicarse unos 300 millones. Con cuentas de entrecasa, se trata de no menos de 3000 soluciones habitacionales que unas tantas familias se perdieron porque, deliberadamente, el PRO decidió no aplicar ese dinero. Estos días, Macri tuvo la peregrina idea de mandar a la Metropolitana al Rosedal… ¡por temor a que lleguen los ocupas! Algo similar pasó con los arreglos de las escuelas. Los secundarios tomaron algunos establecimientos y Esteban Bullrich, ministro de Educación, creyó que era momento de hacer las listas negras y vaticinó que llegaba la marea roja secundaria. Por suerte, la justicia frenó a Bullrich y no bien fueron los fondos, los pibes volvieron a clase. Terminó el año normalmente.
En el rubro publicidad, en cambio, se sobreejecutó presupuesto. Y las partidas para el rubro más jugoso –recolección de residuos– creció tanto que se multiplicó casi por tres desde que asumió el PRO hasta la fecha. Ni los porteños ni los no vecinos que llegan a la ciudad y gastan sus dineros pueden verificar en qué mejoró la calidad de la recolección de basura. El cartoneo sigue siendo una actividad que mueve a miles de trabajadores informales y a varios pícaros que arreglan con la policía –la Federal en este caso– y con punteros para hacer entrar camiones que carecen de autorización y que llevan a los cartoneros como ganado. Esos pícaros forman parte de una intermediación que deja al cartonero como mano de obra barata y les impide que las cooperativas de recolección sean tales. Ni hablar de la ilegalidad de los transportes de combis que llevan y traen a quienes se mudaron a barrios privados y deben viajar tres horas diarias para poder trabajar. El listado de caos organizado podría seguir. Sin embargo, el problema más grave que deja el PRO es la brutal desigualdad con que administra los barrios del sur porteño. Hay que decirlo, un sur que le dio muchos votos a Macri gracias al armado de la pata PRO peronista que en el último mes fue parte decisiva de los desmanes con resultado de muerte.
Verano porteño. El paisaje de la ciudad en enero será de tranquilidad. Se notará el éxodo a las playas. Pero, a no engañarse, los sectores más postergados, los del sur porteño, no sólo no se van de vacaciones sino que tienen los mismos o más problemas que el resto del año. A través de los medios ya se sabe que el oficialismo tiene, al menos, tres postulantes firmes para encabezar las elecciones. Se trata de Daniel Filmus, Carlos Tomada y Amado Boudou. Y que la presidenta no va a vetar a ninguno de ellos ni a quienes aspiren a sumarse a esa carrera  hasta que haya suficientes datos como para mostrar cuál de ellos expresa mejor al electorado porteño con chances para competir con el PRO.
Pero más allá de las virtudes o defectos que puedan tener los precandidatos, hay una serie de temas a considerar. Porque de lo que parece tratarse no es de figuras sino de tomar conciencia de cuáles son los caminos a seguir y, sobre todo, cuáles no. Los escollos no son pocos. El primero es que el jefe de gobierno puede fijar a voluntad la fecha de los comicios. Por ley, esta no podrá coincidir con la fecha de las elecciones nacionales. Y Macri la fijará en función de su propia alquimia: sea por las encuestas, los avances judiciales por las escuchas ilegales, o su ambición de quedarse con algo jugoso, que para él parece ser la Capital, ya que sus posibilidades de competir por la Casa Rosada parecen casi descartadas. Es decir, es todavía muy probable que Macri aparezca un día y anuncie, sin pedir permiso a nadie, una fecha temprana de comicios porteños.
Vale la pena recordar que en el mes de junio se votará por las comunas. Una elección en la que todo indica que crecerán los opositores. Aunque estén dispersos, en las comunas pueden hacer valer alianzas parciales o imponer su inserción. Es decir, si Macri adelanta la fecha, es posible que sea antes de las elecciones de comunas.
Otro tema importante es cómo resolverán los candidatos K sus posibilidades reales de hacer un buen papel por la jefatura de gobierno. Una es a través de encuestas y armado político. La otra es una interna abierta. La primera va en la dirección de consolidar el liderazgo de la presidenta, en el sentido de que sea ella quien dé la última palabra sobre quién es el candidato. La gran debilidad de esa modalidad es que la ciudad es un distrito esquivo y las posibilidades de ganar no parecen tan sencillas. De modo que cualquier resultado sería adjudicado rápidamente a Cristina. Una interna abierta parece una buena solución, pero no parece haber tiempo como para fijar reglas y fecha de realización, habida cuenta de la dispersión. Para conjurar las limitaciones y debilidades, nada mejor que redoblar las fortalezas: construcción de organización de base, militancia, articulación y compromiso. Eso es mística. Pero también inteligencia.  <

28/12/2010 Posted by | General, Politica Latinoamerica, Reflexiones, Sociedad y Cultura, Uncategorized | , , , , , , , , , | 2 comentarios

Prensa canalla – La Nación, Pagni y una «tesis» que de verdad da miedo


En La Nación de hoy, el inefable Carlos Pagni lanza una nueva «tesis»: el problema de Cristina Fernández es que nadie le tiene miedo. A ello se debería que el Gobierno no sólo no contenga los problemas, sino que los potencie…

La inflación y el desorden público son las principales amenazas que percibe la población”, dice Carlos Pagni en su columna de La Nación de hoy. “La estrategia política de la Casa Rosada frente a estos dramas, lejos de resolverlos, los potencia”, continúa en el primer párrafo del artículo titulado “El nuevo factor: desaparece el miedo”.

La “tesis” de Pagni, de la que surgirían todo los “males” que supuestamente atraviesa el país (que serían muchos, muchísimos, de llevarnos por los titulares de los diarios como el de Saguier-Mitre y Clarín), es que “la actividad administrativa [del gobierno nacional] está siendo corroída por la falta de política”.

Y, para Pagni, esta “falta de política” tendría su origen en que Cristina no produce el mismo “miedo” que Néstor Kirchner, principalmente dentro del gobierno y del kirchnerismo pero también a escala general y social.

Luego de quejarse de “una fiesta de consumo, gracias a la política económica y social” (o de la prensa “oficialista” que así exhibe la situación de fin de año, dice), el hombre explica que, en realidad, “la población que trabaja en el marco de un convenio laboral gasta más para evitar la desvalorización de su dinero, es decir, para no perder la carrera con los precios, mientras aguarda un nuevo aumento de salarios”. Se trataría, en fin, de que la gente gasta para no perder el valor del dinero… que no tiene.

Pagni pretende ser lapidario: “La política social más relevante del Gobierno no es la asignación universal por hijo –asegura–, sino la inflación. Y esa política social es regresiva”, sencillamente “porque tiene un efecto más dañino, ya que reduce su capacidad de consumo hasta sumergirlos en la pobreza”.

Para el escriba de La Nación, “los efectos de la inflación, que mortifica a los desamparados y fortalece a los sindicatos, se están potenciando con una novedad política: la pérdida del miedo”, porque “el principal factor del orden que acataron los distintos actores sociales a partir de 2003, no fue un catecismo ideológico ni una jefatura carismática. Fue el temor a un líder capaz de volverse despiadado si advertía que su autoridad se desafiaba”.

En su afán de pegarle a Cristina, Carlos Pagni arremete contra Néstor, tratando de convertir en su memoria en la de un despiadado tirano que sólo podría haber gobernado a través de imponer terror entre sus seguidores, incluso entre una población temerosa de sus arbritrarios designios… Y el problema, según el columnista, “es ese temor el que su viuda no consigue, por supuesto, provocar. Es ese temor el que, al retirarse, desnuda la verdadera carencia del Gobierno: su más o menos aceptable actividad administrativa está siendo corroída por la falta de política”.

Toda una “tesis” que define más a su autor y a sus empleadores que a quienes pretende definir: para Pagni y La Nación, sólo es posible gobernar a través del miedo, como en una dictadura que ambos, de un modo u otro, deben añorar. Hoy, se trata de un llamado a la represión.

TELAM

28/12/2010 Posted by | General, Medios de Comunicaciòn, Politica Latinoamerica, Reflexiones, Sociedad y Cultura, Uncategorized | , , | 1 comentario

El amor y la política – Norberto Galasso



En la historia de nuestro pueblo latinoamericano, se reiteran los casos de importantes figuras políticas unidas por una fuerte relación sentimental y al mismo tiempo, por un mismo ideal de redención social o nacional. 

Pero, como la Historia no sólo la escriben los que ganan sino especialmente «los hombres que ganan» y no las mujeres, resulta que muchas admirables luchadores han quedado en el olvido o son apenas reconocidas sin otorgársele la debida importancia.

Una de estas mujeres fue Manuela Sáenz, quien luchó junto a Simón Bolívar. Como se sabe, Bolívar fue traicionado por su vicepresidente, Francisco de Paula Santander -indignidad que suele ocurrir en nuestra América Morena- y precisamente a Santander se lo acusó por el golpe comando del 25 de septiembre de 1828 en el cual intentaron asesinar a Bolívar, ocasión en la cual Manuela impidió el crimen, enfrentando a los conjurados y dando así tiempo a la fuga del Libertador.

Manuela salvó así a su hombre y al mismo tiempo a su líder político, a quien acompañó en una lucha que le había valido, años atrás, una condecoración del General San Martín.

Otro caso semejante es el de Elisa Lynch, en la cual encontró su gran compañera el mariscal Francisco Solano López, en su trágica epopeya de la Triple Alianza.

Aunque escocesa de nacimiento, Elisa unió su destino al de la Patria Grande Latinoamericana martirizada por aquel infame genocidio y cuando quince años después de la tragedia -luego de sufrir toda clase de humillaciones por parte de las damas aristocráticas- arribó al puerto de Buenos Aires, la abucheó un grupo de mitristas hasta que le abrió paso a bastonazos el poeta Carlos Guido Spano para rescatarla y protegerla.

En estas historias se puede ir más lejos, como cuando las guerrillas altoperuanas impidieron una y otra vez el avance de las fuerzas realistas. Allí combatió también una pareja, consolidando su amor en la lucha por la libertad: Juana Azurduy y Manuel Ascencio Padilla.

Una y otra vez enfrentaron a la reacción, pero en 1816, en la acción de Villar, Padilla fue muerto y degollado, siendo clavada su cabeza en lo alto de una pica en el pueblo de la Laguna. La Juana no pudo soportar semejante ignominia y tiempo después, al frente de sus amazonas, ocupó la Laguna y recuperó la cabeza de su esposo.

Luego, acompañó la lucha de las guerrillas de Güemes en el Norte, ya con el título de Teniente Coronel que le otorgó el General Belgrano.

También se puede ir más cerca y recordar la entrega total de Evita junto a Juan Domingo Perón, donde la pasión por el compañero de lucha, se consolidaba en el común proyecto político de emancipación social.

Y por supuesto, se reitera en el matrimonio Kirchner, en estos días: más allá de la maledicencia de los diversos opositores, algunos para quienes no gobernaba él entre 2003 y 2007 sino que era ella la que dirigía; otros, para los cuales no era ella la verdadera presidenta entre 2007 y 2010 sino él quien gobernaba desde las sombras, míseras chicanas de quienes personificaban en el matrimonio su rechazo al avance popular, cuando resultaba evidente la complementariedad de ambos en la acción política.

También en este caso, las circunstancias produjeron la muerte de uno de ellos y la soledad del otro, soledad que sólo puede superarse con la presencia popular en las calles.

Néstor, a pesar del alerta de los médicos, no puso límite alguno a su militancia llevado hacia la muerte por su consecuencia porque, como él decía, no había llegado a la presidencia para abandonar sus convicciones sino para empujar en el camino de los cambios necesarios.

Esta vez no fue, como en el 52, que el hombre quedó solo prosiguiendo la lucha sino que, en cambio, Cristina vive su lucha por superar su dolor mientras redobla esfuerzos para continuar el camino que había comenzado con Néstor en las luchas estudiantiles del pasado.

En sus palabras de estos días, Cristina ratificó la clave de esa identidad en la lucha: «El nos diría seguramente: seguir adelante, para eso vinimos, a cambiar la Argentina».

En todos estos casos, se ensamblan los afectos personales profundos con la identidad en el proyecto político de liberación.

Quizás todavía haya muchos que no lo entiendan porque se lo impide su cerrado sentido de clase que abomina de todo progreso popular y de los líderes que lo representan, y que, además, en su formación enciclopedista, conocen seguramente los entretelones de alcoba de las corruptas dinastías europeas, pero no comprenden estas historias de la propia patria, donde el amor no se expresa en predominio alguno entre dos seres que se complementan en la lucha política, sino que se sublima en una sola palabra: Compañeros.

TELAM

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Norberto Galasso nació el 28 de julio de 1936, en Buenos Aires, Argentina. Ensayista e historiador, es un revisionista. Estudió en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y egresó como contador, en 1961. A fines de la década del 50, sus inquietudes políticas lo impulsaron a leer a Marx, Trotsky, entre otros, y se familiarizó con los conceptos de lucha de clases, plusvalía, explotación. Ha aportado al pensamiento nacional y popular.

Es autor de una gran cantidad de obras: «No es poca cosa que un pensador haya defendido la misma causa por más de cuarenta años, más aún, cuando esas ideas constituyen las principales defensas de la Nación y su pueblo contra los proyectos de dominación», señala el sitio El Forjista.

 

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