America Latina Unida

Mi selecciòn de temas vinculados a Argentina y a la Patria Grande.

La barbarie infinita – Atilio A. Boron


La barbarie infinita

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Por Atilio A. Boron
¿Qué está sucediendo en Gaza? El gobierno de Israel, un estado que somete a un injusto, cruel e inhumano bloqueo a un diminuto territorio palestino a orillas del Mediterráneo, decidió aplicar un escarmiento ejemplar por el asesinato de tres jóvenes colonos judíos presuntamente perpetrado por Hamas. Sin pruebas mínimamente convincentes y en medio de una sospechosa operación policial, Jerusalén acusó a esa organización de lo ocurrido con el propósito –como lo reconociera días atrás un apologista de Israel dentro de EE.UU., Zbigniew Brzezinski– de “agitar a la opinión pública en Israel para que justifique su ataque a Gaza”. Y eso fue lo que ocurrió: niños, ancianos, mujeres y hombres caen bajo el fuego de su metralla. Para Netanyahu y su gavilla en Gaza todos son terroristas, más allá de sus apariencias. Uno de los jerarcas de la dictadura genocida en la Argentina, Ibérico Saint Jean, dijo que “primero vamos a matar a todos los subversivos, después a sus colaboradores; después a los indiferentes y por último a los tímidos”. El gobierno israelí invirtió esa secuencia y comenzó por la población civil, gente cuyo único crimen era vivir en Gaza, y cometió un delito al aplicar una penalidad colectiva para un crimen perpetrado por algunos individuos. Después de este brutal y aleccionador escarmiento invadieron Gaza para aniquilar a los terroristas y sus colaboradores. Israel sabe que el rudimentario y escaso armamento de Hamas apenas podía ocasionarle daños de alguna significación. Sus amenazas de destruir al Estado de Israel son bravuconadas que no se corresponden ni remotamente con su poder efectivo de fuego. Pero son muy útiles en la guerra psicológica: sirven para aterrorizar a la población israelí y así obtener su consentimiento para el genocidio y la ocupación de los territorios palestinos. Y también para que Estados Unidos y los países europeos aporten todo tipo de armamentos y amparen políticamente al régimen. Justamente en estos días Israel solicitó a Wa-shington la entrega de 225 millones de dólares adicionales para financiar la producción de componentes de su escudo antimisiles, conocido como “Cúpula de Hierro”. El secretario de Defensa de EE.UU. remitió un mensaje al Senado y a la Cámara de Representantes urgiendo la rápida aprobación de la petición israelí. Si fuese aprobada la ayuda de EE.UU. para estos propósitos ascendería, sólo en 2014, a 500 millones de dólares. La ayuda militar, de cualquier fuente, que recibe Hamas es cero. La desproporción de fuerzas es tan flagrante que hablar de una “guerra” es una broma macabra. Lo dijo Marco Aurelio García, asesor especial de la presidenta Dilma Rousseff: “Lo que estamos viendo en Medio Oriente, por el amor de Dios, es un genocidio, es una masacre”.

Y es así porque Gaza no tiene ejército, no se le ha permitido que lo tenga. Israel tiene uno de los mejores del mundo, pertrechado con la más sofisticada tecnología bélica que le proporcionan Washington y las viejas potencias coloniales europeas. Gaza tampoco tiene una aviación para vigilar su espacio aéreo o una flota que custodie su mar y sus playas. Los drones y helicópteros israelíes sobrevuelan Gaza sin temor y disparan sus misiles sin preocuparse por el fuego enemigo, porque no hay fuego enemigo. Las nuevas tecnologías bélicas le han permitido “perfeccionar” lo que hizo Hitler en Guernica. En su furia asesina han bombardeado casas, escuelas, hospitales, recintos de la ONU. Sus poderosos aliados (cómplices de sus crímenes) convalidan cualquier atrocidad. Ya lo hicieron antes, y no sólo con Israel, y lo harán cuantas veces sea necesario. Su mala conciencia juega a favor de este plan genocida: callaron desvergonzadamente durante la Shoá perpetrada por Hitler ante la vista y paciencia de todo el mundo, desde el papa Pío XII hasta Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill. Callarán también ante el genocidio que metódica y periódicamente se está consumando en Gaza, porque matar palestinos a mansalva es eso: un genocidio. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional estableció en 1998 que “se entenderá por ‘genocidio’ cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal: a) matanza de miembros del grupo; b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial”. El gobierno israelí incurre en los tres componentes de la definición. El problema para el Estado de Israel, al menos en su actual conformación, es que rara vez el genocidio ha sido un camino hacia la victoria. Hitler asesinó a seis millones de judíos en los hornos crematorios y terminó aplastado por sus enemigos. ¿Por qué pensar que este genocidio tendrá un resultado diferente? Es tal vez por eso que en la entrevista ya mencionada Brzezinski afirmó que con sus políticas Netanyahu “está aislando a Israel y poniendo en peligro su futuro en el largo plazo”.

Afortunadamente, dentro de Israel hay sectores que reprueban con durísimos términos la conducta seguida en Gaza: un grupo denominado “Judíos contra el genocidio”, el Partido Comunista de Israel junto con el Frente Democrático por la Paz y la (Hadash) han condenado los crímenes perpetrados en Gaza y plantean, además, la legitimidad de la resistencia de cualquier territorio ocupado. Pero hay otros que predican la aniquilación de los palestinos, como Ayelet Shaked, la diputada que instó a las fuerzas de ocupación a matar a las madres palestinas porque engendran serpientes terroristas. Y desde el gobierno israelí se trabaja para fomentar la deshumanización del “otro” árabe. Los grandes medios de comunicación y las escuelas enseñan a los niños israelíes a odiar a sus indeseables vecinos, degradados a la condición de una raza despreciable. Para involucrarlos en el esfuerzo bélico se los invita a que escriban mensajes de muerte en los misiles que lanzan sus fuerzas armadas. Otros niños serán los que caerán muertos por esos proyectiles amorosamente dedicados por sus contrapartes israelíes.

Este comportamiento es un escupitajo a la gran tradición humanista del pueblo judío, que arranca con los profetas bíblicos, sigue con Moisés, Abraham, Jesucristo y pasa por Avicena, Maimónides, Baruch Spinoza, Sigmund Freud, Albert Einstein, Martin Buber hasta llegar a Erich Fromm, Claude Lévi-Strauss, Hannah Arendt y Noam Chomsky. O con extraordinarios judíos que enriquecieron el acervo cultural de la Argentina como León Rozitchner, Juan Gelman, Alberto Szpunberg y Daniel Barenboim, entre tantos otros que sería muy largo nombrar aquí. La traición a los grandes ideales que el judaísmo aportó a la humanidad no será gratuita. Con su criminal cobardía, con sus delitos de lesa humanidad, con sus prácticas propias del “terrorismo de Estado”, con la violación de la legalidad internacional (desacatando la resolución Nº 242, de noviembre de 1967, del Consejo de Seguridad de la ONU, que por unanimidad exige que Israel se retire de los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días de 1967), las autoridades israelíes están infligiendo un durísimo golpe a la sustentabilidad a largo plazo del estado de Israel. Su aislamiento en la Asamblea General de la ONU es patético, ejemplificado por su sistemático y solitario acompañamiento a los Estados Unidos en las votaciones sobre el bloqueo impuesto a Cuba. Incluso sus más incondicionales amigos, como Mario Vargas Llosa, no ahorran críticas: después de visitar Gaza en 2005 dijo en el diario español El País: “Nadie me lo ha contado, no soy víctima de ningún prejuicio contra Israel, un país que siempre defendí … lo he visto con mis propios ojos. Y me he sentido asqueado y sublevado por la miseria atroz, indescriptible, en que languidecen, sin trabajo, sin futuro, sin espacio vital, en las cuevas estrechas e inmundas de los campos de refugiados o en esas ciudades atestadas y cubiertas por las basuras, donde se pasean las ratas a la vista y paciencia de los transeúntes, esas familias palestinas condenadas sólo a vegetar, a esperar que la muerte venga a poner fin a esa existencia sin esperanza, de absoluta inhumanidad, que es la suya. Son esos pobres infelices, niños y viejos y jóvenes, privados ya de todo lo que hace humana la vida, condenados a una agonía tan injusta y tan larval como la de los judíos en los guetos de la Europa nazi, los que ahora están siendo masacrados por los cazas y los tanques de Israel, sin que ello sirva para acercar un milímetro la ansiada paz”.

Parece poco probable que la infernal maquinaria bélica israelí pueda hacer un alto y reflexionar sobre el significado de esta traición a los ideales del humanismo judío. Un enfermizo racismo se ha apoderado de los círculos dominantes en la sociedad israelí que le inhibe reaccionar ante las monstruosidades perpetradas en contra de los palestinos en Gaza o ante la construcción de un ignominioso muro en Cisjordania, o ante la perpetuación y profundización de las políticas de usurpación y despojo colonial. Los horrores padecidos bajo el nazismo parecerían ser suficientes para justificar lo que es a todas luces injustificable e imperdonable. ¿Será así? Pero, en caso afirmativo, la cuestión es: ¿por cuánto tiempo? Pregunta pertinente si se recuerda el dictum de John Quincy Adams, sexto presidente de EE.UU. cuando dijo que “Estados Unidos no tiene amistades permanentes, sino intereses permanentes”, una frase repetida hasta el cansancio por otro criminal de guerra, Henry Kissinger. Sería bueno que las autoridades israelíes, que dan por descontado un apoyo indefinido de Wa-shington a sus políticas, meditaran sobre este asunto.
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29/07/2014 Posted by | General, Historia, Justicia, Politica Internacional, Reflexiones, Sociedad y Cultura, Uncategorized | , , , , , , | Deja un comentario

Israel: salvajismo tolerado


Foto: Agencia EFE

El cruento asalto emprendido antenoche por militares israelíes contra una flotilla de seis embarcaciones que se proponía llevar ayuda humanitaria a la cercada población de Gaza –que dejó un saldo de 19 activistas muertos y decenas de heridos– es consecuencia de los inaceptables márgenes de impunidad que Estados Unidos y Europa occidental han otorgado al régimen de Tel Aviv para que cometa toda suerte de crímenes de guerra, atropellos y violaciones a los derechos humanos, no sólo contra los palestinos, prisioneros en su propia tierra, sino también contra cualquier expresión de solidaridad para con ese infortunado pueblo. Los gobernantes israelíes saben que pueden cometer cualquier delito, en cualquier lugar del mundo, sin que ello les acarree consecuencias negativas.

Tal es la circunstancia en la que se produjo la agresión, en aguas internacionales del Mediterráneo, contra la Flotilla de la Libertad, en las que viajaban unos 700 integrantes de organizaciones humanitarias de varias nacionalidades –turcos, principalmente– y que transportaba cerca de 10 mil toneladas de ayuda humanitaria (alimentos, medicinas, material educativo y de construcción) a la franja de Gaza, la cual padece un despiadado bloqueo por parte de Tel Aviv.

Como es su costumbre, la propaganda oficial israelí presentó a los agredidos como agresores y los acusó de haber atacado, golpeado y apuñalado a los efectivos castrenses que tomaron por asalto las embarcaciones y dispararon indiscriminadamente contra quienes se encontraban en ellas.

Tales falsificaciones propagandísticas muestran claramente que el ataque contra las embarcaciones humanitarias no fue un caso aislado de descontrol, sino consecuencia de una decisión de Estado a la que no se le puede ver más propósito que descarrilar los esfuerzos diplomáticos que venían realizándose con miras a aliviar, así fuera en una mínima medida, la ocupación depredadora en Cisjordania y el cerco israelí contra Gaza, cuya población ha venido padeciendo actos de genocidio que evocan, de manera inevitable, la circunstancia terrible de los judíos que fueron hacinados y masacrados por los nazis en el gueto de Varsovia.

En esta perspectiva, las balas que segaron la vida de más de una decena de activistas pro palestinos habrían ido dirigidas en última instancia, y en forma por demás certera, contra la política hacia Medio Oriente emprendida por la administración de Barack Obama.

La indignación mundial generada por la agresión contra la Flotilla de la Libertad, caracterizada por gobiernos y organizaciones sociales como un acto de terrorismo de Estado, no basta, sin embargo, para poner un alto a la impunidad con la que se ha conducido desde siempre el gobierno israelí. Las manifestaciones y las muestras de repudio contra las acciones criminales de ese régimen parecen haber generado un umbral de tolerancia que permite a Tel Aviv proseguir con sus crímenes de guerra, incluso en medio del rechazo planetario.

Este fenómeno hace necesario redirigir los esfuerzos sociales de solidaridad hacia los palestinos y reformularlos en exigencias concretas dirigidas a los gobiernos de Estados Unidos y Europa occidental: las notas diplomáticas deben ser remplazadas por sanciones políticas y económicas concretas, así como por acciones judiciales orientadas a llevar a los gobernantes de Israel a las instancias internacionales de justicia. Cabe recordar, en este punto, la doble vara que ha caracterizado la conducta de las naciones ricas de occidente, las cuales arrasaron a Irak y a Serbia, y sometieron a juicio a sus ex gobernantes, por atrocidades no muy distintas de las que Israel ha cometido en la Palestina ocupada y en otras partes del mundo.

Si Washington y la Unión Europea permiten que quede impune la agresión criminal, perpetrada en aguas internacionales, contra las embarcaciones civiles que se dirigían a Gaza en una misión humanitaria, anularán con ello sus discursos a favor de la legalidad internacional, los derechos humanos y la justicia, y el mundo avanzará no hacia la civilización, sino hacia el salvajismo.

La JORNADA – EDITORIAL

http://www.jornada.unam.mx/2010/06/01/index.php?section=edito

01/06/2010 Posted by | General, Politica Internacional, Reflexiones, Uncategorized | , , , , , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

Discurso pronunciado por el presidente cubano en la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento de No Alineados


30-04-09

La ONU necesita tres veces menos para acabar con la pobreza y el hambre de lo que los países del Sur desembolsan en pago de deuda externa

Raúl Castro

Rebelión

Distinguidos asistentes a esta reunión ministerial:

Es un honor para nuestro pueblo y Gobierno acoger nuevamente una reunión de alto nivel del Movimiento de Países No Alineados. Han transcurrido dos años y siete meses desde la celebración en esta misma sala de la XIV Conferencia Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno, en septiembre de 2006.
Entonces expresé:

“Sobre el sólido cimiento de nuestras históricas victorias en la lucha por la descolonización y por la desaparición del apartheid; con la rica experiencia de nuestros esfuerzos en pro de un Nuevo Orden Económico Internacional y a favor de la paz, el desarme y el verdadero ejercicio del derecho al desarrollo, el Movimiento de Países No Alineados tendrá ahora heroicas batallas que librar frente al unilateralismo, el doble rasero y la impunidad de los poderosos; por un orden internacional más justo y equitativo frente al neoliberalismo, la expoliación y el despojo; por la sobrevivencia de la especie humana frente al consumo irracional de los países ricos.” -Fin de la cita-

Los desafíos identificados en aquella ocasión no sólo se mantienen, se han hecho más peligrosos y urgentes. Por ello, la necesidad de que el Movimiento actúe de manera concertada es hoy más vital y perentoria.

Nos afecta una profunda crisis económica, social, alimentaria, energética y ambiental, que ha adquirido carácter global. Los debates internacionales se multiplican, pero no con la participación de todos los -aíses. Hay una conciencia creciente de que es preciso encontrar respuestas a corto plazo, sin embargo las justas y duraderas están por alcanzarse.

Si no actuamos con la firmeza y urgencia requerida, serán nuevamente nuestros pueblos los que sufrirán, por más tiempo, las peores consecuencias de esta crisis.

Es imposible mantener los injustos e irracionales patrones de consumo que sirvieron de fundamento al ordenamiento internacional vigente, impuesto por unos pocos y que hemos sido forzados a respetar. No es legítimo ni éticamente aceptable un ordenamiento global inspirado en pretensiones hegemónicas y en el egoísmo de minorías privilegiadas. No es perdurable un sistema que destruye al medio ambiente y que potencia el desigual acceso a la riqueza. El subdesarrollo es una consecuencia inevitable del actual orden mundial.

El neoliberalismo, como política económica, ha fracasado. El mito de las bondades del mercado y de su desregulación, los supuestos beneficios de las privatizaciones y de la reducción de la capacidad económica y redistributiva de los Estados, la credibilidad de las instituciones financieras, son hoy profundamente cuestionados en cualquier análisis objetivo.

Cuando Cuba asumió por primera vez la Presidencia del Movimiento de Países No Alineados, en 1979, hace 30 años, el líder de la Revolución Cubana, compañero Fidel Castro, alertó sobre las negativas consecuencias del gasto de más de 300 mil millones de dólares en armas y la existencia de una deuda externa de los países subdesarrollados por un monto similar.

En esa ocasión, el compañero Fidel calculó que con esa cifra, entonces se habría podido y cito: “construir en un año 600 mil escuelas con capacidad para 400 millones de niños; ó 60 millones de viviendas confortables con capacidad para 300 millones de personas; ó 30 mil hospitales con 18 millones de camas; ó 20 mil fábricas capaces de generar empleo a más de 20 millones de trabajadores; o habilitar para el regadío 150 millones de hectáreas de tierra, que con un nivel técnico adecuado podrían alimentar a mil millones de personas”, concluyó.

Por supuesto, nada se hizo y la situación se ha agravado dramáticamente. Baste señalar, que los gastos militares anuales rebasan, en la actualidad, la cifra de 1 millón de millones de dólares; el número de desempleados en el mundo podría incrementarse a 230 millones en el transcurso del 2009; y en apenas un año, en el 2008, el número de hambrientos en el mundo creció de 854 millones a 963 millones.

La ONU estima que bastarían 80 mil millones de dólares anuales durante una década para acabar con la pobreza, el hambre y la carencia de servicios de salud, educación y de viviendas en todo el planeta. Esa suma es tres veces menor de lo que los países del Sur desembolsan cada año por concepto de la deuda externa.

Es imprescindible un cambio fundamental en el sistema de relaciones económicas internacionales. Así lo exigieron hace casi 35 años los países miembros de nuestro Movimiento al concebir la Declaración y el Programa de Acción para el Establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional, aprobados en el Sexto período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en mayo de 1974.

La superación de la crisis económica global demanda una acción concertada, con la participación universal, democrática y equitativa de todos los países. La respuesta no puede ser una solución negociada a espaldas de Naciones Unidas por los mandatarios de los países más poderosos.

La solución del G-20, de fortalecer el papel y las funciones del Fondo Monetario Internacional, cuyas políticas funestas contribuyeron decisivamente a la génesis y agravaron la magnitud de la actual crisis, no resuelve tampoco la desigualdad, las injusticias y la insostenibilidad del actual sistema.

La Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Crisis Económica y Financiera y su impacto en el desarrollo, prevista del 1ro al 3 de junio de 2009, constituye el marco imprescindible para debatir y buscar soluciones de consenso a esta grave situación. El Movimiento de Países No Alineados debe apoyar su celebración.

Este Movimiento ha demostrado desde su fundación la voluntad de trabajar por la paz, la seguridad de la comunidad de naciones y la defensa del Derecho Internacional. La eliminación de las armas de exterminio en masa, en primer lugar el logro del desarme nuclear, continúa siendo una tarea prioritaria.

El ejercicio del multilateralismo requiere un estricto respeto a la soberanía de los Estados, a su integridad territorial, y a la autodeterminación de los pueblos. Requiere también prescindir de la amenaza y uso de la fuerza en las relaciones internacionales, de las aspiraciones hegemónicas y de las conductas imperiales. Exige que se ponga fin a la ocupación extranjera y se niegue toda impunidad a agresiones criminales como las llevadas a cabo por Israel contra el pueblo palestino.

El Movimiento debe involucrarse en todos los debates importantes de la agenda internacional, en las diferentes sedes y foros multilaterales, con la más amplia participación de sus países miembros. Nunca para competir con otros formatos de representación de los países del Sur, sino para fortalecerlos y complementarlos.

Necesitamos seguir perfeccionando de modo permanente los métodos de trabajo del Movimiento. El cumplimiento del Plan de Acción que nos hemos trazado, constituye una herramienta indispensable en la determinación de nuestras prioridades y las tareas a cumplir.

Debemos todos trabajar desde ahora para asegurar una exitosa XV Conferencia Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno en Egipto, en el venidero mes de julio. Evaluar de modo crítico lo realizado hasta hoy y trazarnos objetivos y metas que respondan a los problemas y desafíos actuales y del futuro.

Finalmente deseo expresar, a nombre de Cuba, el agradecimiento de nuestro Gobierno y de todo nuestro pueblo a la firme e invariable solidaridad del Movimiento de Países No Alineados con la Revolución cubana, en particular por su permanente reclamo de que se ponga fin al injusto bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos.
Las medidas que recientemente anunció el Presidente Obama, si bien son positivas, su alcance es mínimo. El bloqueo quedó intacto. No hay pretexto político ni moral que justifique la continuidad de esa política.

Cuba no ha impuesto sanción alguna contra los Estados Unidos ni contra sus ciudadanos. No es Cuba la que impide a los empresarios de ese país hacer negocios con el nuestro. No es Cuba la que persigue las transacciones financieras realizadas por los bancos norteamericanos. No es Cuba la que tiene una base militar en territorio de los Estados Unidos contra la voluntad de su pueblo, etcétera, etcétera, etcétera, para no hacer interminable la lista y por lo tanto, no es Cuba la que tiene que hacer gestos.

Hemos reiterado que estamos dispuestos a hablar de todo con el gobierno de Estados Unidos, en igualdad de condiciones, pero no a negociar nuestra soberanía ni nuestro sistema político y social, el derecho a la autodeterminación, ni nuestros asuntos internos.
Y si quieren discutir de todo eso y por lo mismo así lo expresamos recientemente en Venezuela, en una Cumbre del ALBA: discutirlo todo, todo, todo, lo nuestro, pero también lo de ellos en igualdad de condiciones.

La fuerza mayor de nuestro Movimiento radica en su unidad dentro de la diversidad que nos caracteriza. Esa ha sido la premisa fundamental del ejercicio de la presidencia cubana durante estos casi tres años de mandato.

No albergo la menor duda de que el Movimiento de Países No Alineados seguirá siendo un actor fundamental y constructivo en los debates internacionales. Cuba mantendrá su empeño en contribuir con ese objetivo.

Les deseo éxitos en esta Reunión Ministerial.

Muchas gracias.

01/05/2009 Posted by | Politica Latinoamerica, Uncategorized | , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

Avigdor Lieberman, un perfil del próximo ministro de Asuntos Exteriores de Israel


09-03-2009

Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

Palestine Monitor

lieberman

Antes de febrero de 2009

Avigdor Lieberman es, en este momento, un asunto «caliente» para el mundo político.

En las últimas elecciones israelíes de febrero, su partido, Israel Beiteinu, quedó el tercero y le convirtió en el «entronizador» capaz de decidir quién sería el próximo Primer Ministro de Israel: Livni o Netanyahu. Eligió a Netanyahu.

Sin embargo, la ironía es que Lieberman no sueña con ser el poder detrás del trono, sueña con estar en el trono.

Nació en Kishinev, Unión Soviética (ahora Moldavia) en 1958, y recibió el nombre de Evet Lvovich Lieberman. Estudió en el instituto agrícola local y trabajó de matón en un nightclub y de locutor en Baku (la capital de Azerbaiyán) antes de emigrar con sus padres a Israel en 1978.

Una vez allí, sirvió como cabo en el ejército y se graduó en Ciencias Sociales en la Universidad Hebrea. Comenzó su carrera política en Jerusalén mientras estudiaba.

Entre 1983 y 1988 colaboró en la fundación del Foro Sionista para el Judaísmo Soviético, fue miembro de la dirección de la Corporación Económica de Jerusalén y secretario de la rama, en esa ciudad, del Histadrut Ovdim Leumit (Sindicato Nacional de Trabajadores).

De 1993 a 1997, Lieberman ejerció como director general, primero en el Likud y después en la oficina del Primer Ministro, bajo el mandato de Benjamín Netanyahu. En 1999 puso en marcha el partido Israel Beiteinu, y ese mismo año resultó elegido a la Knesset.

A través de los años ha ejercido los cargos de ministro de la Infraestructura Nacional, ministro de Transportes, Viceprimer Ministro y, por último, ministro de Asuntos Estratégicos en 2006, centrado en la «amenaza estratégica de Irán».

El proceso de paz

Según Lieberman, el proceso de paz está basado en tres suposiciones falsas:

– Que el conflicto palestino-israelí es la causa principal de la inestabilidad en Oriente Próximo.

Lieberman dice:

«Realmente las tensiones en el seno del mundo musulmán representan entre el 95 y el 98 por ciento de todos los problemas de Oriente Próximo. La guerra entre Irán e Iraq y las guerras civiles en Líbano, Yemen, Túnez y Argelia suman el 98 por ciento de todas las víctimas de Oriente Próximo, y las del conflicto palestino-israelí ascienden al 2 por ciento»

– Que el conflicto es territorial y no ideológico.

Según Lieberman:

«En realidad se trata de nuestra visión y nuestros valores, y forma parte de un amplio choque mundial entre Occidente, es decir, el mundo libre, y el radical mundo islámico. Israel representa al mundo libre y la Autoridad Palestina y Hamás simbolizan el mundo islámico y radical»

– Que el establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967 acabaría con el conflicto.

La opinión de Lieberman:

«La mejor solución es la separación, como en los Balcanes. El mejor modelo es Chipre: antes de 1974, griegos y turcos vivían juntos y había fricciones y terrorismo. Desde la separación en territorios turcos y griegos no hemos visto un acuerdo de paz, pero hay seguridad. Lo mismo podemos ver en nuestra región»

Políticas racistas

Sumamente polémico, el programa de Lieberman contiene dos ideas que discriminan a los ciudadanos árabes de Israel con leyes especiales y segregacionistas.

– La primera establecería un «juramento de lealtad», que les exige jurar fidelidad a Israel como Estado judío. El rechazo llevaría a una invalidación de la ciudadanía o de ciertos derechos de estos ciudadanos de Israel.

– La segunda tiene en cuenta la necesidad de establecer una entidad palestina de algún tipo, aunque sólo para volver a designar las partes de Israel en las que los árabes constituyen una mayoría en esta nueva entidad.

Esta novedosa forma de limpieza étnica preserva la mayoría judía de Israel, pero también la despoja de su pretensión de ser una democracia que garantiza la igualdad de derechos a todos sus ciudadanos.

Una política de división

En febrero de 2007, con respecto a los árabes israelíes, Lieberman dijo: «quieren disfrutar de todas las ventajas del Israel moderno, pero por otra parte quieren destruirnos desde dentro»

En 2009 dijo que «Israel está bajo un doble ataque terrorista, desde dentro y desde fuera. Y el terrorismo desde dentro siempre es más peligroso que el terrorismo desde fuera»

Este hombre llegó a pedir públicamente en la Knesset, en noviembre del 2006, que se ahorcase a los parlamentarios árabes por colaboracionistas, a causa de su oposición a las políticas del gobierno: «la Segunda Guerra Mundial finalizó con los procesos de Nuremberg. Los jefes del régimen nazi y sus colaboradores fueron ejecutados. Espero que ésta sea la suerte de los colaboracionistas»

La retórica de Lieberman

En Marzo de 2002, tras varios ataques palestinos a israelíes, se citaron las siguientes palabras de Lieberman: «No vacilaría en enviar al ejército israelí a toda la zona A (la zona de Cisjordania, en teoría controlada por la Autoridad Palestina) durante 48 horas para arrasar las bases de la autoridad, toda la infraestructura, todos los edificios de la policía, los arsenales, todos los puestos de las fuerzas de seguridad… no dejaría piedra sobre piedra: Lo destruiría todo». También sugirió al gabinete israelí que el ejército del aire bombardeara sistemáticamente todos los centros comerciales, gasolineras y bancos de los territorios ocupados.

En julio de 2003 Ariel Sharon asumió un compromiso con Estados Unidos por el que se amnistiaba a 350 prisioneros palestinos en Israel. Lieberman, en la época ministro de Transportes, reaccionó negándose a participar en el correspondiente comité diciendo: «sería mejor ahogar a esos prisioneros en el Mar Muerto, si fuera posible, puesto que es el punto más bajo del mundo» y añadió que, con mucho gusto, él mismo los transportaría hasta allí.

En Enero de 2009, durante la masacre de Israel en Gaza, Lieberman dijo que Israel «debe continuar combatiendo a Hamás exactamente como hizo EEUU con los japoneses en la Segunda Guerra Mundial» -una aparente referencia al holocausto nuclear-. En el mismo mes, cuando hablaba de la reciente matanza de Gaza, Lieberman dijo, «los soldados han tenido éxito pero los políticos han fracasado. No han dejado que el ejército completara la operación»

La línea principal

A Lieberman se le ha acusado muchas veces de fascista, racista e ideólogo. Los medios de comunicación israelíes y los políticos están divididos sobre la cuestión. Algunos han descrito a Lieberman como contaminado por «las declaraciones racistas que perjudican el carácter democrático de Israel». Muchos han declarado abiertamente su temor a que el perfil político de Lieberman influya en las relaciones exteriores de Israel. Un miembro anónimo del partido Meretz de Israel dijo de Lieberman en febrero de 2009:

«Si te gustó Mussolini, si añoras a Stalin, amarás a Lieberman»

Este tipo de declaraciones han alarmado tanto a Lieberman como al Primer Ministro entrante, Netanyahu, que han puesto en marcha una planificada y bien coordinada «ofensiva de encanto» de Lieberman en el extranjero. Así, se presenta a sí mismo como un pragmático agraviado por los medios de comunicación, que todas sus beligerantes declaraciones son meras palabras que nunca van a hacerse realidad.

Lieberman ya ha suavizado sus planes sobre el «juramento de lealtad», e incluso ha ido más lejos al declarar su voluntad de abandonar su casa en el asentamiento ilegal de Nokdom en Cisjordania, donde se crearía el Estado palestino.

Al hombre que lidera un partido con un programa anti negociación, le han bastado unos pocos días para dar un giro de 180 grados por encima de su electorado. Esto sugiere que Lieberman, más que un ideólogo, es un oportunista dispuesto a incitar al miedo y la ira para obtener beneficios políticos sólo para tratar de apagar las llamas una vez instalado en el cargo.

El tiempo dirá cuál de las tendencias de Lieberman será más destructiva…

Fuente: http://www.palestinemonitor.org/spip/spip.php?article852

09/03/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , , , | Deja un comentario

Entrevista al sociólogo James Petras


05-03-2009

«Los venezolanos dieron una respuesta contundente cuando dijeron que EE.UU. no tiene ninguna autoridad moral para juzgar a otros países»

Diego Martínez

Radio Centenario

Realizada el pasado Lunes 2 de marzo de 2009

Diego: Estamos en contacto con James Petras. Diego Martínez lo saluda desde radio Centenario. ¿Cómo está?

Buenos Días

Petras: Buenos días Diego. Allá muy simpático el tiempo, acá menos 10 grados. Todavía nos queda el invierno.

Diego: Acá estamos cerca de los 28 grados, todavía con un poquito de verano que nos queda.

Petras, hay varios temas, uno muy importante para nosotros sobre Latinoamérica es un anuncio que hizo Hugo Chávez sobre la nacionalización del arroz y queremos saber qué importancia puede tener para Venezuela

Petras: Yo creo que hay muchas cosas que decir. Primero, está dentro de la posición mundial de seguridad alimentaria que es uno de los principios de los grupos y movimientos populares en todo el mundo. Es un sector estratégico particularmente en el Caribe y otras partes donde el arroz es la comida básica .

Segundo, hay que decir que el acto de intervención y nacionalización, no es simplemente la expresión de una ideología sino que es una respuesta de un acto político que los grandes capitales tratan de mantener al pueblo subordinado.Con escasez fomentar el descontento, la desestabilización. Y para un acto político hay una respuesta política.

Tercer punto, el sabotaje tenía una razón económica también, porque el gobierno impone controles y la respuesta, el contragolpe de los capitalistas era no distribuir, no procesar el arroz. Si uno piensa que el arroz es un importante elemento en el régimen del pueblo más que nada, es lógico que el gobierno tiene la obligación de mantener el estándar de vida y mantener las ganancias en una forma regulada. Y si uno rompe la ley como han hecho ellos, tratando de evitar el control de precios, el gobierno tiene la obligación de intervenir y no capitular frente a este chantaje del capitalismo arrocero. Y es un aviso a los otros sectores: ganaderos, carne, los grandes monopolios de la producción de otras mercancías, de que ellos también van a recibir la misma respuesta que lo que pasó en este caso.

Diego: En el último discurso de Chávez también mandó a Obama a lavarse el trasero en respuesta a algunas políticas llevadas a cabo por Estados Unidos y a un informe sobre derechos humanos realizado por EE.UU. referido a algunos países latinoamericanos.

Petras: Bueno, los Venezolanos dieron una respuesta contundente cuando dijeron que EE.UU. no tiene ninguna autoridad moral para juzgar a otros países, cuando ha masacrado a un millón de iraquíes, cuando han apoyado a los masacradores israelitas que han asesinado a miles de palestinos, libaneses, etc. Y según dicen los políticos como Obama y otros, Israel es un aliado estratégico de EE.UU.. Y uno puede multiplicar en otras áreas, por ejemplo, la violación de los derechos humanos aquí es muy flagrante con muchos musulmanes que están acusados de traición simplemente porque mandan ayuda a los refugiados palestinos. Podríamos hablar,de la duplicación de tasa de desempleo entre hispanos y negros frente a la crisis, la persecución de inmigrantes ilegales o indocumentados.Los venezolanos y otros, han reconocido que esta lista de violación de derechos humanos es un instrumento político, un instrumento para desprestigiar a los críticos de la mala política de EE.UU., el fracaso de su capitalismo en todo sentido, tanto productivo como financiero y para tratar de conseguir algún liderazgo utiliza el pretexto de los derechos humanos.

Diego: Queríamos saber su opinión también sobre el golpe de estado en Guinea Bissau y cómo puede repercutir esto en esa zona del mundo.

Petras: No tengo ninguna información sobre eso. A veces cuando hay conflictos en estos países no hay una diferenciación clasista, ni siquiera es entre nacionalistas y liberales sino que muchas veces son pugnas de palacio entre sectores militares y otros. Sin tener información definitiva no puedo decirte qué significa el golpe en este caso. El hecho es que en muchos países el legado del colonialismo y después la contra insurgencia contra los gobiernos progresistas como en Guinea Bissau que en los primeros años de independencia tenían un gobierno muy progresista pero con el debilitamiento de la economía, el boicot y las otras presiones, los gobernantes se movieron hacia una política más neoliberal. Con eso perdieron la base popular de los gobernadores y era una política de circulación de élite.

Diego: Lo traigo hacia nuestro país. Mujica y los demás precandidatos del partido de gobierno y también integrantes del gabinete de diferentes carteras, hablan de que la crisis aquí no nos va a afectar a nosotros, que la crisis  a pasar por el costado de Uruguay y que no estaría repercutiendo en Uruguay. ¿Cómo lo visualiza usted?

Petras: El hecho es que está afectando a Uruguay. Todos los mercados mundiales están disminuyendo los ingresos. Mujica es más capitalista que el Fondo Monetario, que el Banco Mundial, . La derecha, Wall Street Journal, Financial Times, todos los que llamamos la clase dominante mundial, reconocen el colapso del comercio.China ha bajado un 30 % sus exportaciones… Poderes grandes están profundamente afectados y Mujica habla como un loco. Loco en el sentido clínico porque si uno no reconoce la realidad que incluso los adversarios, los proponentes del capitalismo viven en su propio mundo esta reducido donde sólo se hablan entre sí. Si consulta a cualquier experto mundial, a cualquier obrero en cualquier país, si habla con cualquier campesino donde los precios y las exportaciones han caído, podrían reconocer que vivimos en un período como dicen Stiglitz y otros economistas, que es la peor recesión desde la gran depresión de los 30. Y yo digo que la depresión en que estamos entrando aquí en EE.UU. donde las estimaciones para fin de año son del 10 % de desocupados y 15 % de desempleo disfrazado, sub empleo entonces estamos hablando de uno cada 4 obreros aquí en EE.UU. que van a caer en una situación similar a la depresión de los 30.

Diego: Habló Bernanke también hace algunos días sobre cuál es la previsión económica de EE.UU. y dio números significativamente más bajos que los establecidos a fines del año pasado. Se habla de pérdida del 12 % del producto bruto interno. Esto es así, ¿verdad?

Petras: Sí. Diego,perdida grande pero no tanto ¿hay alguien que crea en las declaraciones de Mujica, tiene alguna credibilidad cuando habla estas tonterías?

Diego: Y, los medios de comunicación masiva dan mucha importancia aquí a lo que plantea el líder ex tupamaro Mujica

Petras: Yo creo que más que nada está dando un mensaje psicológico para ganar las elecciones. Si gana las elecciones, de repente va a reconocer la crisis y a declarar medidas austeras reaccionarias para imponer el costo de la crisis sobre los hombros de los trabajadores. Es una política puramente demagógica y como decía un mensaje psicológico, es decir nosotros los uruguayos somos algo especial, 99 por ciento de los países sufren una depresión pero nosotros somos una excepción etc. etc.. Está generando un complejo del caso uruguayo como único en el mundo y es una forma de falsificar la realidad para que un fulano pueda caminar sobre las playas de Malvín y decir mirá que a nosotros no nos afecta. ¿Cómo sabes? dice su amigo: «porque me encontré a Mujica».

Diego: Lo llevo a Medio Oriente. Se ha conocido en las últimas horas la posibilidad de algunos acuerdos entre Hamás y el movimiento de Mahamud Abbas. ¿Qué importancia puede tener esto? porque por algunos anuncios que ha hecho Livni de que podría recrudecer el conflicto y nuevamente podría atacar Israel a Palestina.

Petras: Si cumplen el acuerdo, van a tirar la pelota en la parte europea y en EE.UU. Como ellos hablan de Abbas como un socio legítimo, una vez que Abbas está con Hammás tienen que decidir si van a continuar mandando apoyo financiero y alimentario a los palestinos unidos o si simplemente era una táctica para dividir a los palestinos para que Israel utilice la excusa de que no tiene un adversario unido.La unificación va a poner enormes presiones para que Europa reconozca a Hammás como un interlocutor legítimo y también va a desarmar los argumentos de los israelitas de que con la división de los palestinos no tienen un socio para negociar.

Obviamente con la ultra derecha y los sionistas fascistas ahora en el poder, no hay nada que esperar.Particularmente cuando leemos que a las principales organizaciones judías no les importa si un judío es fascista, neo nazi, un asesino, siempre que sea un judío de poder en Israel sigan apoyándolos, canalizando dinero y actuando como su quinta columna. Incluso los judíos progresistas en muchos casos dicen no nos importa si es un fascista, un liberal siempre apoyamos a Israel para sobre vivir que significa como un poder colonial.

Diego: ¿Cómo se han visto estas primeras semanas de Obama en Estados Unidos?

Petras: Sigue teniendo un enorme apoyo en los medios de comunicación de masas, sigue con un discurso demagógico, como un personaje simpático. No se ha desprestigiado según las encuestas ,Pero lo que sí es cierto es que independientemente de la persona de Obama, más del 50 % de la población no tiene ninguna fe de que las medidas que ha propuesto vayan a tener éxito. Es decir que la mayoría del país no confía en su política económica y no hay ninguna forma de que pueda conseguir su apoyo cuando cada mes más de 500 mil obreros y asalariados pierden su trabajo, cuando las colas para cobrar cupones de alimentación suben a 40 millones de personas. Aquí hay 40 millones de personas que viven parcialmente o en todo de cupones para comprar comida. ¡40 millones y subiendo geométricamente cada mes!

Diego: ¿Y esa reforma de salud anunciada?

Petras: Siguen tocando la guitarra. Nadie sabe cómo se va a implementar esta política cuando no hay ninguna base de apoyo político entre los diputados en el Congreso porque reciben millones de coimas de las empresas farmacéuticas y de otros sectores capitalistas de medicina. No es nada de cobertura universal, no es ningún programa financiado por el gobierno. Es un programa de subvención de sectores populares para que puedan comprar cobertura. Ahora, si uno no tiene trabajo o tiene un salario mínimo, incluso con la subvención no alcanza para el tratamiento médico y ni siquiera para comprar las medicinas.

Rebelión

06/03/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , , , , | Deja un comentario

Israel reafirma su supremacía en Oriente Próximo: de Gaza a Teherán – James Petras


9/2/2009

x James Petras – La Haine

Sólo cuando las víctimas israelíes aumenten, cuando los los banqueros sionistas sufran pérdidas, Israel y EEUU comenzarán a repensar su adhesión ciega a políticas militaristas

«¡Las fuerzas de defensa israelíes son el ejército más moral del mundo!» (Primer Ministro israelí Ehud Olmert)

Introducción

La Italia fascista y la Alemania nazi bombardearon, invadieron y se anexionaron países y territorios como preludio de su búsqueda del Imperio Mundial. La deriva de Israel en su lucha por el dominio regional ha ido siguiendo sus huellas e imitando su estilo: Bombardeos indiscriminados aéreos de civiles e instalaciones militares, encarnizada guerra relámpago a base de vehículos blindados, desprecio y repudio de todas las críticas de las agencias internacionales, y todo ello acompañado de una abierta concentración militar a fin de desplegar una nueva guerra más intensa contra Irán. Igual que el liderazgo nazi, que se sirvió de la «amenaza bolchevique», el alto mando israelí ha puesto en marcha una inmensa campaña de propaganda a escala mundial, dirigida por su red sionista universal, agitando el espantajo del «terror islámico» para justificar sus preparativos de un ataque militar contra setenta y cuatro millones de iraníes.

Igual que la Alemania nazi, Israel ha interpretado la pasividad, simpatía e impotencia de Occidente valorando «los hechos sobre el terreno» como licencia para la agresión; la maquinaria del ejército israelí está recibiendo un impulso poderoso para emprender nuevas guerras por la inacción y flácida respuesta de los gobiernos occidentales ante su invasión del Líbano, ante el bombardeo llevado a cabo en Siria y ahora ante su conquista de Gaza con bombardeos aéreos al estilo nazi. Para el alto mando israelí, la impotencia y complicidad de los Estados occidentales marca el camino de guerras mayores y más sangrientas que establezcan la supremacía y el dominio de Israel en Oriente Próximo, desde el Mar Rojo hasta el Golfo Pérsico.

El bombardeo de Gaza: Ensayo general para un ataque contra Irán

La victoria militar de Israel en Gaza es un ensayo general para un ataque militar a escala total contra Irán. En el curso de su campaña de exterminio en Gaza, los estrategas políticos y militares israelíes consiguieron gran cantidad de información vital sobre:

1) los niveles de complicidad e impotencia de Europa, Estados Unidos y los Estados árabes; 2) el alto nivel y profundidad del apoyo político y material que pueden esperar del gobierno de Estados Unidos para poder pulverizar a sus adversarios; 3) el alto grado de apoyo interno del electorado judío, incluso en los aspectos más brutales de la matanza; 4) el incuestionable y masivo apoyo a una guerra ofensiva hasta en los aspectos más despiadadamente criminales; 4) el apoyo masivo e incuestionable a una guerra ofensiva desde todas las organizaciones judías sionistas más influyentes políticamente y más acaudaladas en EEUU y Europa occidental; 5) la debilidad e ineficacia de las Naciones Unidas y la incapacidad de toda la serie de organizaciones humanitarias para frenar la campaña de exterminio de Israel dirigida a destruir la existencia misma de todo un pueblo; 6) el apoyo incondicional de todos los medios de comunicación y agencias de noticias en EEUU, en la mayoría de los medios de Europa y en el resto del mundo; 7) la buena disposición de los críticos liberales a culpar de la violencia, por igual, a las víctimas del exterminio y a los exterminadores, neutralizando así cualquier condena consecuente y eficaz al Estado israelí; y 8) la asunción por prácticamente todos los periodistas, escritores, académicos y políticos de todo del eufemístico vocabulario de la oficina de propaganda israelí.

Por ejemplo, una guerra total sostenida se denomina «incursión». Diez mil ataques aéreos de cientos de helicópteros y cazabombarderos israelíes se asimilaron, en cuanto al término «violencia», con los esporádicos e inofensivos ataques de los cohetes caseros de Hamás. Los ataques israelíes contra miles de hogares civiles, hospitales e infraestructuras básicas se calificaron como objetivos «terroristas». Los combatientes de la resistencia se etiquetaron de «terroristas de Hamás». El bombardeo de la Cruz Roja, las instalaciones de asistencia humanitaria de las Naciones Unidas, hospitales y mezquitas se llamaron «errores» o se justificaron porque eran «lugares desde donde los terroristas de Hamás lanzaban cohetes».

Los dirigentes políticos de Israel han aprendido una lección de su pequeña guerra sucia: que puedan destruir totalmente una nación, aniquilar a una sociedad y asesinar y herir a 7.000 civiles con total impunidad. Los dirigentes israelíes han comprendido que pueden desencadenar una guerra ofensiva genocida sin sufrir grandes destrozos en sus relaciones diplomáticas (excepto en los casos de Mauritania, Qatar, Bolivia y Venezuela). Los israelíes han comprobado la lealtad y sumisión de los principales regímenes árabes en la región y se han asegurado la cooperación y aquiescencia de Egipto, la Autoridad Palestina, Jordania y Arabia Saudí.

Los dirigentes militares-civiles israelíes calculan que con este alto grado de complicidad gubernamental, combinado con el apoyo de todos los dirigentes sionistas importantes y los magnates de los medios de comunicación, pueden rechazar incluso las protestas callejeras a gran escala, los llamamientos al boicot y las denuncias de las Naciones Unidas. Los dirigentes israelíes saben que las críticas de los líderes religiosos importantes y del creciente número de disidentes, intelectuales críticos y activistas judíos, no tendrán impacto ni consecuencias sobre los gobiernos occidentales ni reducirán el fervor y lealtad de las principales organizaciones judías.

Amenazas invisibles e impunidad descarada

Las dos potenciales amenazas para las guerras ofensivas genocidas de Israel, es decir, los boicots económicos por parte del comercio e inversión de países importantes y el recorte de la ayuda militar no han llegado a materializarse. En Estados Unidos, las principales organizaciones sionistas se aseguraron de que la cuestión del boicot ni siquiera apareciera en las ramas del ejecutivo y el legislativo. En EEUU, el AIPAC [Comité de Asuntos Públicos EEUU-Israel] escribió resoluciones y se aseguró la aprobación casi unánime (100% en el Senado, 90% en el Congreso) de una resolución dictada por el AIPAC que endosaba la invasión y carnicería israelíes.

Además, los sionistas que colonizan el Pentágono consiguieron que se autorizaran nuevos envíos masivos de misiles y bombas de casi 500 kilos para reabastecer a Israel en medio de sus masacres de palestinos. Los dirigentes de Israel se regodearon con el hecho de que el control de los grupos de presión sionistas judíos sobre la política estadounidense seguía siendo incontestable por parte de los antibelicistas. Pocos, si es que hubo alguno, de los manifestantes de todo el mundo identificaron y denunciaron el papel de las organizaciones sionistas en sus propios países a la hora de conformar la política europea, canadiense y estadounidense en relación con Oriente Próximo.

Nada ejemplifica mejor la total y ciega subordinación de las 51 Organizaciones Judías Estadounidenses Más Importantes (véase anexo 1 al final) a los objetivos de la política exterior israelí que dos incidentes ocurridos durante el genocidio de Gaza. Cuando las «51» se dieron cuenta de que la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, estaba trabajando para sacar adelante una resolución del Consejo de Seguridad que pedía un alto el fuego en Gaza que detuviera el genocidio israelí, las organizaciones judías importantes movilizaron a todos sus miembros para que se opusieran.

Como informa la revista semanal judía Forward: «Durante una teleconferencia celebrada el 5 de enero de 2009 con activistas judíos, Malcolm Hoenlein, vicepresidente ejecutivo de la Conferencia de Presidentes de las Organizaciones Judías Estadounidenses Más Importantes, concedió una prioridad especial a que se impidiera que la entidad internacional adoptara una posición sobre la cuestión de Gaza. ‘Necesitamos trabajar duro para asegurarnos de que el Consejo de Seguridad no apruebe la resolución, dijo Hoenlein’». (Forward, 15 de enero de 2009).

El segundo ejemplo de la creencia sionista en la supremacía israelí sobre la política estadounidense en Oriente Próximo y el servilismo presidencial se produjo con la respuesta a los alardes del Primer Ministro israelí Olmert de que había conseguido dictar la política de la Casa Blanca e imponerla en las Naciones Unidas. Según Forward: «El Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, no hizo nada equivocado pero debería haber tenido la boca cerrada. Esa fue la reacción de varios dirigentes judíos… ‘No tengo ningún problema por lo que hizo Olmert’, dijo Abraham Forman, Director Nacional de la Liga Anti-Difamación». (Forward, 15 de enero de 2009).

El ex jefe de los lobbys del AIPAC, Douglas Bloomfield, afirmó que él (un ciudadano estadounidense) no tenía ningún problema porque Israel dictara las políticas estadounidenses pero «es un error hablar de ello». (Forward, 15 de enero de 2009). Al hablar del poder de Israel en Washington, se revela el papel de la Configuración del Poder Sionista a la hora de decidir las políticas estadounidenses.

Esos ejemplos demuestran, una vez más, los vínculos indivisibles entre Israel y la Quinta Columna Sionista estadounidense y su poder en la elaboración de la política de EEUU, aunque se trate incluso de apoyar un genocidio. Estos casos ilustran también el hecho de que las organizaciones judías estadounidenses más importantes no tolerarán ni la menor desviación de la Casa Blanca de ninguna de las políticas de Israel, aunque impliquen asesinatos masivos. No fue suficiente con que durante ocho años el Presidente Bush siguiera servilmente y financiara la maquinaria bélica israelí: Para los dirigentes judíos estadounidenses tiene que ser una sumisión al cien por cien y hasta su último día en el poder. Como escribe Forward: «Esas duras palabras de Israel y de los grupos judíos… sirven de mensaje para las administraciones entrantes (Obama)…» (ibid).

Además de apoderarse de los puestos de poder político, una de las prioridades de todas las organizaciones judías sionistas importantes en EEUU es llevar a cabo labores de propaganda, apología y manipulación de historias en nombre de Israel. Incluso frente a los más flagrantes crímenes de Israel contra los palestinos, condenados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional y todos los grupos humanitarios, las principales instituciones religiosas y lobbys judíos estadounidenses han demostrado su lealtad hacia el estado de Israel.

El modus operandi, según aparece documentado en sus memorandos internos, es dominar los medios de comunicación mediante toda una maquinaria -editores, «expertos», académicos y periodistas pro sionistas- que elabora y transmite justificaciones y apologías para los crímenes de guerra israelíes (repitiendo como loros la línea argumental del Estado israelí) en los medios de comunicación. Los propagandistas sionistas hacen circular después los artículos producidos por sus colegas dando la impresión de que gozan de un amplio apoyo público cuando en realidad no hacen sino reproducir la elaborada propaganda sionista-israelí. El estilo y sustancia de la operación de propaganda sionista es evidente en su defensa del baño de sangre perpetrado en Gaza por Israel. El estilo es el de la Gran Mentira, reminiscencia de los regímenes totalitarios. Merece la pena poner unos cuantos ejemplos de los principales portavoces de los 51 Presidentes de las Organizaciones Judías Estadounidenses Más Importantes (PMAJO):

1. Negación de los crímenes de guerra israelíes y fabricación de relatos minimizando las matanzas del Estado judío. The Daily Alert (22 de enero de 2009) afirmaba que Israel había matado sólo a 600 palestinos y que «la mayoría eran combatientes». The Daily Alert negaba en su página los informes de importantes activistas por los derechos humanos, de funcionarios de la Cruz Roja, de doctores internacionales y palestinos y trabajadores médicos y periodistas, que arriesgaron sus vidas (y algunos murieron) para documentar las casi 1.400 muertes, de las que alrededor de dos tercios eran niños y mujeres, no combatientes.

2. Repetición de la propaganda israelí que justificaba el bombardeo de escuelas dirigidas por las Naciones Unidas afirmando que en ellas se habían «infiltrado terroristas palestinos» entre los miles de refugiados (The Daily Alert, 22 de enero de 2009). No había ni un solo combatiente de la resistencia armada entre los 40 cadáveres que los trabajadores de Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional y los equipos médicos palestinos recuperaron de entre los escombros en la escuela de enseñanza primaria para niñas; todos eran niños, profesores y refugiados. Todas las organizaciones y las personas testigos de los hechos rechazan la apología sionista-estadounidense del bombardeo israelí de la escuela, incluida la Unión Europea. La manipulación más estrafalaria impresa en el Daily Alert es un titular en el que se leía: «Hamás dispara desde las barriadas de civiles», sobre un artículo de Rod Nordlan en Newsweek en el que, en realidad, se informa de todo lo contrario: «Todos los residentes entrevistados en la zona oriental de Yabalia insistieron en que no había habido ninguna provocación desde la zona, ni combatientes de la resistencia ni lanzamiento de cohetes».

3. La tercera mentira es truculenta: «Israel está haciendo todo lo posible para ayudar a los habitantes de Gaza» (Daily Alert, 16 de enero de 2009). En realidad, Israel impidió que pudiera entrar en Gaza cualquier medicina y equipamiento sanitario, bombardeó hospitales, disparó contra ambulancias, asesinó a médicos y trabajadores de la ayuda médica y bloqueó la entrada de todos los envíos de agua, alimentos y combustible. Los israelíes bombardearon el principal almacén de suministros médicos y alimentarios de las Naciones Unidas destruyendo todos los depósitos. Los sionistas estadounidenses defendieron este bombardeo citando el sangriento libelo de Olmert que alegaba que la destrucción de miles de toneladas de alimentos fue en «respuesta a los disparos que se hacían desde el edificio». El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, se escandalizó por esa mentira descarada cuando visitó el almacén de las Naciones Unidas, que todavía seguía ardiendo, para ver la destrucción mientras la Secretaria de Estado de EEUU, Rice, se arrastraba ante los israelíes mendigándoles que «evitaran repetir esos incidentes». (Daily Alert, 16 de enero de 2009).

4. «Salvar Gaza destruyendo el corazón del terror» (Daily Alert, 16 de enero de 2009). La hoja de propaganda judía reproduce un artículo del ultranacionalista Natan Sharansky, que aboga por expulsar a todos los árabes palestinos del «Gran Israel». En un artículo publicado en Bloomberg, Sharansky defendía la destrucción de 10.000 casas, los daños a 40.000 hogares, carreteras, hospitales, centrales eléctricas, instalaciones de agua, alcantarillas, 121 talleres comerciales y pequeñas industrias, 30 mezquitas, 29 instituciones educativas, granjas, aves de corral, vacas, pequeños barcos de pesca y el puerto pesquero (según el Centro Palestino para los Derechos Humanos y la cita aparecida en el ensayo de Stephen Lendman del 25 de enero de 2009: «Israel acabó con todo menos con la voluntad de resistir».

5. La quinta Gran Mentira: «Piloto israelí trata de evitar alcanzar a civiles», (Daily Alert, 14 de enero de 2009). Las fotos publicadas en todos los medios de comunicación internacionales refutan esa afirmación de la propaganda sionista. Las ruinas fantasmales de edificios completos de apartamentos parecen haber sufrido un ataque nuclear o un terremoto, según los reporteros de la BBC que finalmente pudieron entrar en Gaza. Numerosos representantes parlamentarios europeos y otros visitantes del lugar de todo el mundo se quedaron conmocionados a la vista de la devastación. No sólo los pilotos israelíes habían lanzado sus bombas contra objetivos civiles, sino que además sus tropas de infantería asesinaron a civiles desarmados que mostraban banderas blancas y en algunos casos incluso mataron a niños pequeños que intentaban huir. Niños palestinos que lograron sobrevivir relataron cómo sus padres habían sido ejecutados delante de sus familias.

La Gran Mentira, promovida por las principales organizaciones sionistas, resuena desde los púlpitos rabínicos dirigida a sus miembros y más allá: Los sondeos telefónicos informales con miembros normales de los grupos sionistas locales se hacen eco, casi al pie de la letra, de las mismas mentiras y apologías. En una palabra, ni los hechos, ni los informes, ni la condena universal, ni los desafíos de rabinos disidentes, de notables, activistas y escritores judíos han hecho mella en las organizaciones judías principales y sus agentes en puestos influyentes en la nueva administración Obama. Son los cómplices bien dispuestos de los asesinatos masivos en Gaza. Son los promotores activos de los ataques aéreos preventivos contra Irán. Disculparán incondicionalmente cualquier crimen contra la humanidad que cometa Israel. Sus apologistas académicos en Harvard defienden el genocidio israelí como parte de una «guerra justa». Frente a la condena mundial, siguen citando el Holocausto y proclamando que ellos y su Estado son el único Pueblo Moral con derecho a decidir y juzgar lo que es justo y lo que es la Verdad Sagrada.

Los dirigentes israelíes son perfectamente conscientes de la carta blanca con la que opera su «Quinta Columna», incluyendo su importante papel en la defensa del genocidio. Los dirigentes israelíes se aseguran de que incluso aunque lancen una guerra mayor, más audaz y más destructiva (incluida la posibilidad de un ataque nuclear preventivo) contra Irán o Siria/Líbano, pueden contar con el millón de miembros de los lobbies sionistas estadounidenses para asegurarse el apoyo de la Casa Blanca y del Congreso. Ahora, a los dirigentes israelíes les consta que el movimiento antibelicista volverá a protestar, sin consecuencias, contra las «sombras del poder» y no contra quienes detentan realmente el poder, empotrados en la Configuración del Poder Sionista.

Gaza: Probando el sometimiento de la Casa Blanca y del Congreso estadounidense

Al arrasar Gaza con una brutalidad extrema, Israel está probando el apoyo estadounidense para más guerras ofensivas. Gaza ha permitido que los dirigentes judíos midan la profundidad y alcance de la influencia política sionista estadounidense y su disposición a «llegar hasta el final» cuando Israel decida bombardear a setenta y cuatro millones de iraníes, devolviéndoles a la edad de piedra. O, como sugirió el famoso historiador sionista israelí, Benny Morris, en el New York Times el 18 de julio de 2008, convertir a Irán «en un vertedero nuclear».

La jactancia pública del Primer Ministro Olmert de que había sacado al Presidente Bush del estrado de una aparición pública oficial y le había ordenado con total éxito que instruyera a la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, para que se abstuviera de votar en la resolución que ella misma había preparado pidiendo un alto el fuego en Gaza ante el Consejo de Seguridad, tiene muchos y profundos significados. Al nivel más obvio, la revelación de Olmert confirma el poder de los dirigentes israelíes sobre la Casa Blanca. En segundo lugar, la naturaleza pública del ejercicio del poder, le dice al mundo que Israel puede alardear abiertamente de su capacidad para humillar y ridiculizar al Presidente de Estados Unidos y jactarse después ante los oficiales israelíes de que no habría consecuencias adversas. Tercero, nos dice que Israel tiene más voz y voto en la política exterior estadounidense que la misma Secretaria de Estado de EEUU (o ministra de Asuntos Exteriores). Cuarto, nos dice que Israel es quien decide cómo debe comportarse, votar, vetar y abstenerse EEUU en el Consejo de Seguridad, siempre sometido a la aprobación israelí.

Israel, la Quinta Columna sionista e Irán

Israel despliega su poder en Oriente Próximo por medio de su armamento militar. Sus amenazas repetidas y sus ataques aéreos y terrestres contra países vecinos es una estrategia deliberada para afirmar su supremacía regional. En los últimos años, el poder regional de Israel ha aumentado por la acción de la Configuración del Poder Sionista en EEUU y Canadá, que utilizan los ejércitos de sus propios países para destruir a cualquier país que se atreva a contestar la supremacía militar israelí. Un caso clásico lo constituyeron los preliminares de la invasión estadounidense de Iraq y la subsiguiente ocupación, en la cual los partidarios de siempre de «Ante Todo Israel» en el gobierno estadounidense jugaron un papel mortífero fundamental promoviendo la guerra.

Desde los últimos años de la década de 1980 hasta la actualidad, la Configuración del Poder Sionista en EEUU ha estado al frente de una campaña que promueve la confrontación del ejército estadounidense con Irán en colaboración con Israel. Los objetivos militares sionistas adquirieron una velocidad tremenda durante los ocho años de la administración Bush. La Configuración del Poder Sionista montó una inmisericorde campaña de propaganda en los medios de comunicación para satanizar a Irán, inventando y diseminando historias falsas de sus programas nucleares, infiltrándose y ocupando puestos clave en el Departamento del Tesoro estadounidense (dirigido por Stuart Levey), machacando agresivamente a otros gobiernos, industrias, bancos e inversores para que boicoteen a Irán. Los funcionarios sionistas del Departamento del Tesoro confían en estrangular y debilitar la economía de Irán, y de esta formar desgastarla, de cara a un ataque militar. Ninguna otra fuerza individual o combinada en Estados Unidos ni en ningún otro lugar del mundo (excepto Israel) ha jugado un papel tan grande a la hora de promover una guerra ofensiva contra Irán como los políticos y funcionarios sionistas en el gobierno estadounidense. A tal fin recibieron la ayuda y el amparo de los lobbies judíos, de los centros de propaganda sionistas, de multimillonarios y de cientos de organizaciones de la comunidad judía.

Las organizaciones religiosas judías más importantes juegan un papel muy influyente como canales de transmisión de la propaganda israelí y son una fuerza importante dentro de las principales organizaciones paraguas sionistas (por ejemplo, la Conferencia de Presidentes de las Organizaciones Judías Estadounidenses Más Importantes o CPMAJO). Una quinta parte de la Conferencia (Véase anexo 1 para tener la lista completa) se compone de organizaciones clericales-sionistas cuya misión principal es promover los objetivos israelíes a través de una intervención directa, a todos los niveles, en las políticas estadounidenses. Un memorando de un grupo, la Sinagoga Unida del Judaísmo Conservador, publicado el 3 de enero de 2009, esboza una estrategia detallada en defensa de la masacre perpetrada por Israel en Gaza:

«Todas las congregaciones deberían publicar un comunicado en apoyo de Israel. Solicitar comunicados de las autoridades en la ciudad, estado o provincia, o a nivel federal. Solicitar comunicados de importantes personalidades locales religiosas, étnicas o de otro carácter. Controlar y responder a la cobertura de los medios. En la medida de lo posible, reclutar a funcionarios públicos no judíos y a portavoces importantes para demostrar que apoyan a Israel».

A continuación, el memorando propone una serie de «puntos de conversación sobre la situación en la Franja de Gaza» que repite al pie de la letra las mismas mentiras de la propaganda del alto mando político militar israelí: Afirma las intenciones pacíficas de Israel, culpa a Hamás de ser el agresor y proclama que «Israel, como siempre, está haciendo todo lo que puede para limitar las víctimas civiles en Gaza». Los clérigos judíos en las Sinagogas Unidas dirán a sus fervientes feligreses que ignoren las más de 5.000 víctimas civiles y los 1.300 muertos, de los cuales las tres cuartas partes son mujeres, niños y civiles desarmados, los sesenta colegios y las decenas de miles de casas y las docenas de mezquitas demolidas, las condenas por crímenes de guerra por parte de las Naciones Unidas, la Cruz Roja y todos los grupos israelíes y palestinos por los derechos humanos.

El documento estratégico publicado por los judíos conservadores religiosos es muy parecido al emitido por toda la red de 51 grupos laicos y religiosos afiliados con los «Presidentes». Esto subraya la forma en que una minoría bien financiada y altamente disciplinada toma y multiplica su poder más allá de sus propios miembros, «apalancando» a los gentiles influyentes, a los medios de comunicación a todos los niveles y a las personalidades públicas, conformando un monstruo poderoso en defensa ahora del genocidio israelí en Gaza, y mañana en defensa de una guerra contra Irán.

La amenaza del ejército israelí a Irán

Israel, al contrario de lo que piensan algunos izquierdistas escépticos, tenía planes operativos avanzados para lanzar un ataque aéreo masivo contra Irán. En diversas ocasiones del pasado reciente, Israel ha planificado varios ataques aéreos contra Irán, que sólo fueron desbaratados por la Casa Blanca de Bush. El estado judío ha anunciado públicamente que atacará unilateralmente a Irán si éste sigue adelante con su derecho legal, internacionalmente reconocido, a enriquecer uranio. El más probable ganador en estas elecciones nacionales de febrero, Benjamín Netanyahu, ha declarado en público que un ataque militar contra Irán constituye la parte prioritaria de su agenda, un mensaje que ha activado a todas las organizaciones importantes judías-sionistas en EEUU para redoblar sus esfuerzos en aras de asegurar la conformidad, apoyo y activa colaboración estadounidense. El 7 de enero de 2009, The London Sunday Times, citando varias fuentes de alto nivel del ejército israelí, informaba de que: «Israel ha elaborado planes secretos para destruir las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Irán con armas tácticas nucleares. Dos escuadrones del ejército del aire israelí entrenándose para hacer explotar una instalación iraní utilizando «bombas anti-búnker» nucleares de bajo rendimiento… Robert Gates, el nuevo (sic) Secretario de Defensa estadounidense, ha descrito la acción militar contra Irán como un «último recurso», lo que ha llevado a los oficiales israelíes a concluir que finalmente les van a dejar que ataquen. El general de división Eliezar Shkedi, Comandante del ejército del aire israelí, es quien ha supervisado los preparativos». (Times on Line, 7 de enero de 2009).

Un artículo posterior en el pro israelí New York Times (11 de enero de 2009), de David Sanger, un importante simpatizante sionista, informaba de que el «Presidente Bush desvió una petición secreta de Israel el año pasado (2008) de bombas anti-búnker especializadas con objeto de atacar el principal complejo nuclear de Irán… La administración Bush se alarmó ante una petición israelí de volar sobre Iraq para llegar hasta el principal complejo nuclear de Irán… La Casa Blanca rechazó rotundamente esa petición». Sanger siguió afirmando que los israelíes estaban furiosos por un informe detallado elaborado por dieciséis agencias de inteligencia estadounidenses (The National Intelligence Estimate) que demostraban que en 2003 Irán interrumpió el desarrollo de una ojiva nuclear al comprender que así socavaba los esfuerzos israelíes para asegurarse la colaboración estadounidense en un ataque militar contra Irán. Sanger pasa varios párrafos tratando de reforzar las afirmaciones, no comprobadas, de Israel acerca del programa nuclear de Irán enmarcando el caso para un ataque unilateral israelí… que según él debía haber empezado «en los primeros meses de 2008» pero que el ejército estadounidense paralizó.

Las próximas elecciones nacionales israelíes (10 de febrero de 2009) prometen acelerar los planes israelíes de un ataque militar masivo contra Irán, de acuerdo con las previsiones de las encuestas que indican que la mayoría de los votantes judíos elegirán al ultramilitarista sionista Benjamín Netanyahu, favorito de la mayoría de las organizaciones sionistas estadounidenses más influyentes. En una entrevista muy reciente con el Wall Street Journal (24 de enero de 2009), Netanyahu calificaba a Irán como la «base madre del terrorismo» y decía «que Israel no puede aceptar una base terrorista iraní (Gaza) al lado de sus ciudades importantes». Después continuaba justificando los asesinatos israelíes de civiles porque, proclamaba, la resistencia palestina («terroristas») «se esconde detrás de los civiles».

El periodista del Wall Street, Brett Stephens, completamente intimidado y maravillado, se situaba a los pies del dirigente israelí y escribía aprobando las justificaciones de Netanyahu para lanzar un ataque contra Irán: «la amenaza de un Irán nuclear representa para el mundo un peligro mucho mayor que la crisis económica… y supone una amenaza existencial directa contra Israel…» Stephens sigue resumiendo la posición de Netanyahu hacia Obama: «Si la diplomacia fracasa y EEUU no se decide a utilizar la fuerza militar, Israel atacará en solitario…»

Los dirigentes israelíes desistieron temporalmente de atacar a Irán y en su lugar lanzaron el ataque contra Gaza para debilitar cualquier posible resistencia de los palestinos a una guerra israelí contra su aliado musulmán en Teherán. Los planes de guerra israelíes hacia Irán se van a ver reforzados con el nuevo Presidente Obama. Con la subida al poder del ultrasionista Dennis Ross como asesor principal en temas de Irán del Presidente Obama y con Hillary Clinton («Arrasaremos Irán») como Secretaria de Estado, la cuestión de un ataque preventivo israelí contra Irán apoyado por EEUU parece que está cerca de convertirse en una realidad. Tan solo hace dos meses que Ross firmó un documento que proporcionaba una «hoja de ruta» de la guerra contra Irán. El hecho de que todo el aparato de toma de decisiones políticas del régimen de Obama aparezca infectado de sionistas significa que cualquier oposición por parte de la inteligencia o del ejército a un ataque contra Irán será desactivada y sus portavoces marginados. El gobierno de Obama e Israel

El gobierno de Obama está todavía más saturado de sionistas, si cabe, que el anterior. Desde los cargos más altos a los más bajos, desde el gabinete ejecutivo al Congreso, los sionistas están situados en posiciones de influencia sobre cualquier decisión estratégica que tenga alguna relación con las políticas relativas a Oriente Próximo.

Con fecha 20 de enero pasado, la Jewish Telegraph Agency, principal agencia de prensa al servicio de las publicaciones sionistas estadounidenses, proporcionó una lista detallada de los sionistas pro Israel colocados en puestos importantes relacionados con Oriente Próximo en el gobierno de Obama. Las pruebas de su control son abrumadoras y las consecuencias letales para cualquier posibilidad de equilibrio en unas negociaciones de paz, a la vez que sumamente prometedoras para las ambiciones bélicas de Israel en la región:

1. Dennis Ross: será un influyente consejero para las políticas relativas a Irán. Es un defensor de la intensificación de las sanciones para socavar las negociaciones y reforzar la opción militar;

2. Richard Holbrooke, sionista destacado, es el enviado especial de Obama para Afganistán. Fue representante de EEUU ante la ONU en la época de Bill Clinton, y recientemente ha presidido un grupo especial llamado United Against a Nuclear Iran (Unidos contra un Irán nuclear), que aboga por la acción militar contra Irán si no presenta una declaración -dictada por Israel- de cese de su programa legal de energía nuclear;

3. George Mitchell, enviado especial de Obama para la resolución del conflicto entre Palestina e Israel, es uno de los cuatro copresidentes del destacado grupo sionista Bipartisan Policy Center, que propone un planteamiento gradual, que va desde las sanciones al embargo comercial, al bloqueo naval y a un ataque militar contra Irán;

4. Dan Shapiro y Puneet Talwar colaborarán en materia de política de Oriente Próximo en el Consejo de Seguridad Nacional. Shapiro, en consultas con Israel, fue un elemento clave en el trámite de la Syrian Accountability Act (Ley de responsabilidad siria) en el Senado, que permitió la imposición de duras sanciones a Siria. Shapiro elaboró el sumiso y humillante discurso de Obama ante la conferencia del AIPAC en Washington, en mayo de 2008. Puneet Talwar manejará los asuntos del Golfo Pérsico, incluido Irán. Fue miembro del gabinete del ex senador y actual vicepresidente, Joe Biden, y colaborador y conducto del AIPAC;

5. Eric Lynn está siendo designado para un empleo en la Casa Blanca en materia de políticas para Oriente Próximo. Empezó su carrera como becario del AIPAC, en 1998, y continuó como miembro del gabinete del congresista Peter Deutsch, una de las figuras más comprometidas con Israel en el Congreso. Lynn pasó un año en Israel, aprendiendo hebreo y saturándose de su cultura militar-sionista;

6. James Steinberg y Jacob Jack Law fueron nombrados delegados de Clinton en el Departamento de Estado. Steinberg ha mantenido una fuerte relación con la comunidad pro Israel, y fue uno de los transmisores de la presión israelí sobre Yasser Arafat a fin de que éste capitulase ante las demandas israelíes. Jack Law dirigirá la política de estímulo económico en el extranjero. Es un sionista ortodoxo que utilizará los recursos económicos estadounidenses para respaldar el militarismo israelí y recompensar o castigar así a sus adversarios. Anteriormente fue jefe de una unidad de inversiones de Citigroup, y posee entre 50.000 y 100.000 dólares en bonos de Estado de Israel;

7. Samantha Power fue en su momento crítica con los crímenes de guerra israelíes de 2002, por lo que la configuración de poder sionista consiguió apartarla de la campaña electoral de Obama en marzo de 2008. Fue rehabilitada y reincorporada como miembro del equipo de transición de Clinton después de pedir unas disculpas lamentables a Israel;

8. Cass Sunstein, sionista liberal de toda la vida, es jefe de la oficina de información y asuntos normativos de la Casa Blanca: un órgano clave de propaganda del gobierno de Obama;

9. Rand Beers fue el principal consejero de seguridad nacional del senador John Kerry durante su campaña presidencial de 2004, y consiguió establecer relaciones estrechas con el aparato político pro Israel. Como consejero del departamento estatal Homeland Security (equivalente a un ministerio del Interior) será «probablemente un elemento … a medida que Israel y EEUU forjan una alianza más estrecha» (Jewish Telegraph Agency, 20.1.2009);

10. Lee Feinstein y Mara Rudman son veteranos sionistas de los gobiernos de Clinton. Feinstein es consejero principal de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, y Rudman es consejera senior del Presidente Obama en política exterior.

11. Susan Rice, nombrada representante ante la ONU por Obama, puso su firma en un documento elaborado por el Washington Institute for Near East Policy (WINEP) en el que se pedía una mayor coordinación entre Israel y Estados Unidos, con vistas al embargo y eventual ataque a Irán. WINEP es un conocido productor de propaganda de los más belicistas, fanáticos e incondicionales seguidores de Israel. En su testimonio ante el Senado, Rice denunció las críticas de la Asamblea General de las Naciones Unidas hacia el baño de sangre israelí en Gaza.

Al frente de la política exterior del gobierno de Obama, el vicepresidente Biden (que afirmó públicamente: «Soy un sionista»), la Secretaria de Estado Clinton («Destruyan Irán») y el Secretario de Defensa Gates (un resto del gobierno de Bush, totalmente dominado por Israel) han establecido el aparato más sionista posible para las políticas de Oriente Próximo de la historia de EEUU. Por sus antecedentes, lealtades y compromisos, este gobierno no está dispuesto a abrir negociaciones serias con Irán o a gestionar el fin de la ocupación israelí de Palestina. Al contrario, sus estrechos lazos con la configuración del poder sionista y el compromiso a largo plazo con respecto al militarismo y las políticas expansionistas israelíes, garantizan que el gobierno de Obama avanzará en su colaboración con el Estado judío hacia una confrontación militar con Irán. Todo el mundo en el equipo de Obama apoyó la carnicería israelí en Gaza y aprobó los esfuerzos de Israel para destruir el gobierno democráticamente elegido de Hamás, a la vez que apoyó al desacreditado y corrupto régimen títere encabezado por Mahmud Abbas.

La presidencia de Obama ha logrado lo que muchos observadores creían imposible: ha colocado más sionistas en posiciones estratégicas de poder, más comprometidos en una guerra contra Irán, que incluso durante la administración de Bush. Teniendo en cuenta los nombramientos de Obama y su propia sumisión personal a los líderes israelíes, es difícil imaginarse que los 16 servicios de inteligencia principales elaboren un informe que refute los montajes de Israel sobre el programa nuclear de Irán, como sucedió bajo el gobierno de Bush. Más tremendo aún, dado el dominio sionista de la Casa Blanca, es poco probable que Obama ponga su veto a un ataque aéreo israelí, tal como se admite que hizo Bush.

La estrategia israelí de guerra contra Irán sigue paso a paso la de su precursor nazi: los ataques se diseñan para conseguir el máximo efecto destructor de la infraestructura civil en los países y líderes opuestos a cualquier agresión israelí hacia Irán. Israel bombardeó e invadió Líbano; bombardeó Siria; destruyó Gaza. Su lobby ha ampliado y ha hecho cumplir sanciones económicas globales a través de un Departamento del Tesoro infestado de sionistas. El principal consejero económico de Obama, el ultrasionista Lawrence Summers, promueve las sanciones, boicoteos y embargos más estrictos contra los enemigos designados de Israel. Se trata de políticas que apuntan en dirección de la guerra.

Unas negociaciones de paz destinadas a la guerra

La probabilidad de que el gobierno de Obama lleve al mundo a una guerra ofensiva contra Irán no está basada en la especulación ociosa o en citas seleccionadas de su campaña presidencial. Nadie puede tomar en serio la intención del presidente Obama o de su Secretaria de Estado, Hillary Clinton, de entablar negociaciones con Irán, cuando éstas se acompañan de condiciones inaceptables para la soberanía o los intereses nacionales de dicho país. El gobierno de Obama amenaza abiertamente con la guerra si Irán no acepta el desarme unilateral, con una inspección intrusiva de sus instalaciones estratégicas de defensa, lo que ofrecería a Israel y EEUU una oportunidad única para establecer claramente los objetivos claves de su primera oleada de ataques.

Pero lo que demuestra de manera concluyente el impulso de Obama hacia la guerra con Irán es su designación del más entusiasta militarista sionista, Dennis Ross, en la posición estratégica clave en las negociaciones con Irán.

Obama ha nombrado a Ross en el puesto de enviado especial para Irán y máximo responsable en política de Oriente Próximo. George Mitchell, por su parte, es su enviado a las negociaciones entre Israel y Palestina. Se trata de una estrategia típica de policía bueno (Mitchell), policía malo (Ross). Ross, conocido a menudo como el abogado de Israel, es el sionista máximo, un príncipe heredero del lobby judío sionista de EEUU en todas las empresas importantes relativas a Irán. Es líder fundador del AIPAC, el principal y más potente grupo de presión de Israel en Washington. Es un ideólogo siocon de siempre, muy influyente, que llevó con éxito la campaña a favor de la invasión de Iraq. Está entre los escritores y propagandistas más prolíficos e influyentes del antes citado WINEP, que ha elaborado los documentos programáticos más belicistas de promoción de la intervención militar de EEUU a favor de las ambiciones expansionistas de Israel.

Durante los años de Clinton, Ross fue nombrado jefe del comité de mediación de EEUU durante las negociaciones entre palestinos e israelíes (1999-2000). Como tal, su actuación fue la de abogado de Israel, según otro diplomático sionista de EEUU participante. Pasó por encima de cualquier posibilidad de alcanzar un compromiso aceptable, siguiendo las iniciativas de Israel, y creó las condiciones que hicieron inevitable el rechazo palestino a la vez que culpaba de ello a este sacrificado pueblo. Ross tiene una gran influencia en las políticas de Obama con respecto a Israel.

Ross es un líder en un grupo tapadera sionista relativamente nuevo, conocido como el Bipartisan Policy Center. Este centro publicó recientemente un informe titulado Meeting the Challenge: US Policy Toward Iranian Nuclear Development (Haciendo frente al desafío: políticas de EEUU ante el desarrollo nuclear iraní.) Este plan de trabajo para la guerra con Irán fue elaborado por un grupo de trabajo que incluía a Ross y otros dos extremistas siocons: Michal Makovsky y Michael Rubin, ambos con doble nacionalidad israelí y estadounidense. El reconocimiento por parte de Ross del citado informe refleja su rechazo de cualquier posibilidad de un acuerdo negociado con Irán que aceptase el derecho legal de Irán a un programa de enriquecimiento de uranio tal y como está reconocido en los tratados internacionales.

Un pequeño problema conocido recientemente en la designación de Dennis Ross como miembro del gabinete de Obama es su papel como presidente actual del Jewish People Policy Planning Institute (Instituto de planificación de políticas para el pueblo judío) con sede en Jerusalén y dependiente de la Jewish Agency, organismo oficial del gobierno israelí. Su trabajo actual para un organismo de la administración pública israelí podría colocar a Ross en conflicto con la Foreign Agents Registration Act (FARA), ley estadounidense que obliga a registrarse como tales a los individuos que trabajen como agentes de un gobierno extranjero, algo que Ross nunca ha hecho.

El informe aboga por un bombardeo aéreo israelí preventivo y un ataque de misiles contra Irán, en caso de que EEUU y Europa no llegasen a golpear primero. Este informe, acreditado por Dennis Ross, propone un bloqueo total de Irán por mar y aire y un embargo de este país como preludio de un ataque de EEUU contra la infraestructura vital de Irán. El documento invitaba a Obama a introducir tropas y equipo en la región so pretexto de los conflictos de Iraq y Afganistán, manteniendo por tanto un cierto nivel de sorpresa estratégica y táctica. Es decir, el próximo nombramiento de Ross para dirigir el Middle East Policy Advisory Group (Grupo consultivo de políticas para Oriente Próximo) de su gobierno coloca a un defensor y promotor incondicional de la guerra genocida contra Irán en una posición estratégica clave de política exterior.

La secretaria de estado Hillary Clinton y Dennis Ross harán todo lo que esté en su mano para promover y justificar un ataque conjunto estadounidense-israelí contra Irán. Ross y Clinton comenzarán con unas falsas negociaciones con ultimátum inaceptables. A continuación, seguirán acciones de guerra en forma de embargos al estilo del impuesto a Gaza, diseñados para matar de hambre y empobrecer a la población de Irán, y, finalmente, un blitzkrieg aéreo también al estilo de Gaza. Dado el número extraordinario de sionistas designado por Obama en todos los niveles claves de su Gobierno, la posibilidad de cualquier debate interno o desacuerdo sobre el plan de trabajo de Ross para la guerra en interés de Israel es mínimo. Para la formulación de sus políticas, Obama ha creado una élite tan estrechamente ligada y leal al establishment militar israelí que impide cualquier tipo de negociación significativa con Irán.

Posibles obstáculos exteriores a la guerra sionista-israelí y de EEUU contra Irán

La única disuasión real a un ataque israelí al estilo de Gaza en Irán es la capacidad de respuesta militar de Teherán, especialmente sus misiles de precisión y largo alcance capaces de alcanzar los principales objetivos militares en Israel, así como sus infraestructuras y sistemas conexos de apoyo. Dada la ausencia de cualquier escrúpulo moral en los líderes israelíes y su inmersión en una ideología militarista, en la que la fuerza bruta y la violencia generalizada se consideran los principales medios de proyección del poder y de garantía del apoyo público israelí, un fuerte contraataque militar masivo es, probablemente, la disuasión más efectiva para forzar a sus líderes a reconsiderar la política exterior militar conducida por Israel.

Mientras los militaristas israelíes adoptan una retórica defensiva, su estrategia consiste en debilitar la capacidad defensiva de Irán y hacerlo más vulnerable a las amenazas militares y a la presión diplomática en una espiral creciente hasta un asalto aéreo preventivo. Las inspecciones internacionales realizadas por organismos de las Naciones Unidas solamente se llevan a cabo en sitios iraníes, pero no en las instalaciones militares de EEUU en la región, entre otras sus naves y submarinos dotados de armas nucleares de guerra, ni en las instalaciones nucleares de Israel y sus laboratorios del arma nuclear.

Estas inspecciones desiguales proporcionan una gran cantidad de información sobre las capacidades militares y de defensa iraníes, así como de sus laboratorios de investigación estratégica avanzada. Las inspecciones de la ONU antes de la invasión de Iraq por EEUU permitieron identificar las instalaciones claves de defensa y los científicos iraquíes, sus lugares de trabajo y sus hogares, datos que se utilizaron en las misiones de bombardeo y la subsiguiente campaña de asesinatos de científicos iraquíes de alto nivel. Esta clase de información fue crucial en la dirección de los ataques israelíes con bombas y misiles y en el asesinato de líderes y sus familias durante las invasiones israelíes de Líbano y Gaza.

El boicoteo económico sionista a Irán, impuesto por Israel y Estados Unidos, pretende claramente socavar tanto las condiciones de vida iraníes como el rendimiento de su economía, de forma parecida a lo que el estado judío ha impuesto en Gaza. Forma parte de la campaña de ablandamiento, previa a un ataque en toda la regla.

Hoy, sin embargo, a pesar del esfuerzo continuo de todos los altos funcionarios sionistas en el gobierno de EEUU y de las presiones intensas de sus grupos de presión sobre los gestores de fondos de pensiones de EEUU, el embargo no ha conseguido quebrar la economía iraní. Especialmente con el inicio de la recesión, la reducción de los mercados mundiales y la demanda energética cada vez mayor de China, numerosas multinacionales occidentales y asiáticas están impacientes por negociar con Irán e ignorar las presiones sionistas israelíes y estadounidenses.

La guerra genocida de Israel contra Gaza ha producido finalmente algunas grietas importantes en el monopolio sionista sobre la opinión judía fuera de Israel. Las principales organizaciones comunales judías y sus portavoces espirituales siguen apoyando todos los delitos israelíes, desde el bombardeo de ambulancias y clínicas de la Cruz Roja hasta de escuelas de las Naciones Unidas, almacenes de alimentos y suministros médicos y centros de refugiados, pero finalmente, esto ha provocado una oposición vigorosa entre los principales intelectuales, escritores y otros profesionales judíos.

Nuevas organizaciones y personalidades de la comunidad judía han repudiado decididamente el genocidio perpetrado por Israel. Algunos activistas judíos han tomado resueltas medidas directas, ocupando oficinas consulares israelíes en ciudades importantes y pidiendo un boicoteo total de mercancías e intercambios académicos israelíes. Otros se han enfrentado a apologistas sionistas en foros y ruedas de prensa públicas.

A pesar de que el número y la influencia de judíos críticos con los crímenes de guerra sionistas es pequeño, su importancia se halla en la legitimidad que otorgan y el estímulo que facilitan a millones de gentiles, generalmente intimidados y silenciosos, a manifestarse públicamente. Como consecuencia, un número sin precedentes de personas en todo Occidente, ha expresado su horror y oposición al monstruo militar sionista y ha expresado su apoyo al boicoteo económico contra Israel. Aunque la oposición judía y gentil de masas no detuvo ni debilitó la masacre de Israel de civiles en Gaza, ha sentado la base política y organizativa para poner en marcha una campaña masiva contra los planes sionistas y estadounidenses de guerra contra Irán.

Los éxitos militares de Israel han creado una fiebre guerrera triunfalista e irracional entre todos sus líderes y partidarios entusiastas en las organizaciones judeo-sionistas de EEUU, que cuentan con cerca de un millón de miembros. Dichos éxitos los ha llevado a subestimar los costes catastróficos de una guerra contra Irán. Un ataque militar por sorpresa a Irán por parte de Israel y EEUU provocará acciones de represalia en todo Oriente Próximo. Esto infligirá ciertamente pérdidas humanas, militares, políticas y económicas graves en muchas instalaciones militares de EEUU en la región del Golfo Pérsico. En particular en Iraq y los cercanos Estados satélites del Golfo, donde las fuerzas militares de EEUU son altamente vulnerables. Un ataque israelí podría llevar a la desestabilización o al derrocamiento de los regímenes satélites árabes. Por otra parte, Irán puede tomar represalias con éxito lanzando misiles de precisión de largo alcance, que tendrían por objetivo los principales centros militares israelíes y los centros de población colindantes.

Teniendo en cuenta la repugnancia y el horror enormes, en todo el mundo, que han producido los crímenes de guerra de Israel en Gaza y el odio que inspira la perspectiva de nuevos ataques aéreos sobre millones de iraníes, no es probable que las represalias de Teherán contra Israel y EEUU susciten una gran condena. Más probablemente, la mayor parte de la gente percibirá, con un sentimiento de justa venganza, que finalmente se pague al tirano arrogante con su misma moneda por sus ataques a los civiles desarmados y encarcelados de Gaza. Al igual que los supervivientes británicos de los ataques de los nazis, con sus bombas volantes V-2, a las ciudades británicas aplaudieron el bombardeo de Dresde, partes significativas de la opinión pública pueden saludar un ataque de represalia contra Israel como una disuasión válida a la vista de sus atrocidades en serie contra la humanidad.

Una de las amenazas más efectivas contra el impulso genocida de Israel es la puesta en marcha de investigaciones sobre los crímenes de guerra israelíes y el establecimiento de tribunales para juzgar a los líderes militares y políticos de Israel por sus delitos contra la humanidad (Financial Times, 16 de enero de 2009.) Los líderes israelíes han informado a sus militares criminales de que se les proporcionará protección legal, y han manifestado su preocupación por el hecho de que ellos mismos puedan estar sujetos a detenciones y juicios en el extranjero. Varios gobiernos están presentando querellas por crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

El problema a la hora de llevar a juicio a los criminales de guerra israelíes consiste en establecer los límites entre los líderes político-militares que dirigieron los crímenes de guerra y los oficiales de campo que aplicaron las políticas que violaban los Convenios de Ginebra. Por ejemplo, identificar a los funcionarios que impidieron, concretamente durante más de cuatro días, que trabajadores médicos y de rescate pudieran realizar la evacuación de heridos y civiles al borde de la inanición, entre ellos niños pequeños, del lugar de una masacre israelí espantosa de civiles gazatíes. ¿Y qué decir de la gran cantidad de ciudadanos judíos israelíes que, de pura exaltación ante el bombardeo de barrios enteros, se instalaron en puestos de observación con sus cestas de picnic para ver mejor la carnicería en curso? Los mismos israelíes «encantados por las imágenes, que llenaban las primeras páginas de los periódicos, de soldados israelíes sonrientes que regresaban a sus hogares en los tanques, haciendo el signo de la victoria» (Financial Times, 26 de enero de 2009).

El entusiasmo masivo israelí, la intoxicación política y el abrazo a los autores de la matanza de gente desarmada pueden ser repugnantes para la opinión mundial, pero no constituyen un delito suficiente para merecer un tribunal internacional. Sin embargo, está sujeto al mismo desprecio moral que muchos de nosotros sentimos hacia los alemanes que celebraron los bombardeos salvajes hitlerianos de ciudades soviéticas, polacas y balcánicas. Incluso si esta Casa Blanca controlada por los sionistas lograra la utilización de su veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para prevenir una investigación por crímenes de guerra de los líderes israelíes, la presentación de acusaciones y posibles detenciones en varios países europeos forzará a los líderes israelíes a reflexionar sobre su situación de parias, y podría inhibir su deseo de una guerra asesina contra Irán. Incluimos aquí una lista (véase el anexo no 2) de los líderes militares israelíes, su graduación y su función y responsabilidad operativa en los crímenes de guerra en Gaza.

Los israelíes rechazan de antemano el oprobio ante la opinión mundial como un asunto irrelevante para su ofensiva militar. Esto origina que el estado judío no preste atención a la importancia de la opinión pública mundial, que erosionará el apoyo político estratégico en el futuro. Muchos observadores creen que centenares de millones de ciudadanos árabes y multitudes de no árabes y no musulmanes están llegando a la conclusión de que Israel y su quinta columna sionista de ultramar sólo entienden el lenguaje de la fuerza, puesto que practican sistemáticamente el terrorismo de Estado para imponer sus intereses sobre personas cautivas y empobrecidas. Como consecuencia, muchos analistas sostienen que es comprensible que las opciones de las víctimas de Israel inevitablemente se basen en la resistencia popular continua, organizada y militarizada. En estas circunstancias, la actual generación de líderes árabes, anémicos e impotentes, y los regímenes colaboracionistas pueden ser derrocados y dar paso a un nuevo liderazgo combativo y consecuente que consulte y fundamente su apoyo de masas en los más profundos sentimientos de dignidad nacional y odio profundo a las humillaciones impuestas por los sionistas.

Conclusiones

La guerra de Gaza está llevando a los líderes de Israel y a sus agentes de ultramar, estratégicamente situados en el sistema político de EEUU, a nuevos excesos y a una nueva guerra contra Irán, como parte de una estrategia regional para asegurar el poder imperial. El gobierno de Obama y el Primer Ministro israelí que salga elegido compartirán más cosas que unos responsables de las políticas que sirven a ambas partes y unos compromisos a largo plazo con la construcción del imperio manu militari. Han dejado claro también que procederán a una serie de movimientos diplomáticos y económicos destinados a preparar el escenario para poner en marcha una guerra genocida contra Irán, que coincidirá con la retórica de Obama de reconstrucción de una alianza judeo-afro-estadounidense basada en los intereses israelíes y las vidas de estadounidenses.

La única disuasión ante nuevas guerras de exterminio es una acción de masas que aumente los costes políticos, económicos y militares de la agresión israelí. Sólo cuando las víctimas israelíes aumenten, cuando los explotadores y los banqueros sionistas sufran pérdidas, cuando se boicoteen sus sitios académicos y turísticos, sólo entonces los israelíes y sus acólitos de EEUU comenzarán a repensar su adhesión ciega a políticas militaristas. Sólo entonces revisarán su irracional visión judeocéntrica de un mundo hecho por y para el Pueblo Elegido que vive en el único Estado Moral del mundo.

Lamentablemente, puede que sean necesarios algunos choques militares para disipar esas fantasías tribales. La Historia nos enseña que no hay nada como una derrota sangrienta para terminar con el complejo de superhombre.

Anexo nro. 1

51 organizaciones pertenecientes a la Conferencia de presidentes de las principales organizaciones judías de Estados Unidos

1. Ameinu
2. American Friends of Likud
3. American Gathering/Federation of Jewish Holocaust Survivors
4. American-Israel Friendship League
5. American-Israel Public Affairs Committee
6. American Jewish Committee
7. American Jewish Congress
8. American Jewish Joint Distribution Committee
9. American Sephardi Federation
10. American Zionist Movement
11. Americans for Peace Now
12. AMIT
13. Anti-Defamation League
14. Association of Reform Zionist of America
15. B’nai B’rith International
16. Bnai Zion
17. Central Committee of American Rabbis
18. Committee for Accuracy in Middle East Reporting in America
19. Development Corporation for Israel/State of Israel Bonds
20. Emunah of America
21. Friends of Israel Defense Forces
22. Hadassah, Women’s Zionist Organization of America
23. Hebrew Immigrant Aid Society
24. Hillel: The Foundation of Jewish Campus Life
25. Jewish Community Centers Association
26. Jewish Council for Public Affairs
27. Jewish Institute for National Security Affairs
28. Jewish Labor Committee
29. Jewish National Fund
30. Jewish Reconstructionist Federation
31. Jewish War Veterans of the USA
32. Jewish Women International
33. Mercaz USA, Zionist Organization of the Conservative Movement
34. Na’amat USA
35. NCSJ: Advocates on behalf of Jews in Russia, Ukraine, the Baltic States and Eurasia
36. National Council of Jewish Women
37. National Council of Young Israel
38. ORT America
39. Rabbinical Assembly
40. Rabbinical Council of America
41. Religious Zionist of America
42. Union for Reform Judaism
43. Union of Orthodox Jewish Congregations of America
44. United Jewish Communities
45. United Synagogue of Conservative Judaism
46. WIZO
47. Women’s League for Conservative Judaism
48. Women of Reform Judaism
49. Workmen’s Circle
50. World Zionist Executive, US
51. Zionist Organization of America

Anexo no 2

Lista de funcionarios israelíes que han participado en crímenes de guerra durante la invasión de Gaza. Se trata de una lista parcial y evolutiva de presuntos criminales de guerra recogida por un grupo de activistas israelíes, a pesar de la censura del gobierno israelí y en abierto desafío al fiscal general de Israel, el general Menachem Mazuz, y su contraparte en el ejército, el juez-fiscal general de brigada Avihai Mandelblit:

1. Ehud Olmert, primer ministro israelí
2. Ehud Barak, ministro de la Guerra israelí
3. Tzipi Livni, ministra de Asuntos Exteriores israelí
4. Yuval Diskin, jefe del servicio secreto Shin Bet
5. Teniente general Gabi Ashkenazi, jefe de Estado Mayor de las fuerzas israelíes de ocupación
6. Coronel Hartzi Halevi, comandante de la Brigada paracaidista
7. Coronel Yigal Slovik, comandante de la 401a Brigada
8. General de brigada Jonathan Locker, jefe de la Fuerza Aérea israelí
9. General de división Ido Nehushtan, Fuerza Aérea israelí
10. Coronel Ron Ashrov, comandante de la zona norte de Gaza
11. General de brigada Eyal Eisenberg, comandante de todas las fuerzas israelíes de ocupación
12. Coronel Yigal Slovik, comandante de convoy de la 401a Brigada acorazada
13. General de brigada en la reserva Sho’alay Marom,
14. Teniente coronel Yoav Mordechai, 13o batallón de la Brigada de infantería Golani
15. Teniente coronel Oren Cohen, 13o batallón de la Brigada de infantería Golani
16. Teniente coronel Avi Blot, 101o batallón de la Brigada de paracaidista
17. Teniente coronel Yehuda Cohen, Regimiento Rotem, Brigada de infantería Givati
18. Teniente coronel Ronen Dagmi, comandante adjunto de la 401a Brigada acorazada
19. Coronel Avi Peled, comandante de brigada, Batallón 51o
20. General de brigada en la reserva Zvika Fogel, ex jefe del Comando Sur
21. General de brigada Yuval Halamish, jefe de los servicios secretos del ejército israelí
22. Coronel Hartzi Halevi, Comandante de la Brigada paracaidista
23. Coronel Hertzi Halevy, comandante de brigada
24. Coronel Tomer Tsiter, participante en la masacre de Gaza conocida como Operación Plomo Fundido; antes, participante en la masacre conocida como Operación Escudo Defensivo, perpetrada en el campo de refugiados de Jenin en 2002.
25. Oficial de infantería en la reserva Gur Rosenblatt
26. Oficial de infantería en la reserva Guy Ohaion
27. Teniente coronel Erez
28. Comandante Nimrod Aloni
29. Teniente coronel en la reserva Shlomo Saban
30. Capitán Ron Vardi ,
31. Coronel Pnina Sharvit-Baruch, jefe del servicio jurídico internacional, fiscal militar
32. General de división Yoav Galant, jefe del Comando Sur
33. Subteniente mayor Richard Awizrat
34. General de división Amos Yadlin, jefe de la inteligencia militar

Artículo original: http://petras.lahaine.org/articulo.php?p=1774 – Traducido para Rebelión por Sinfo Fernández y S. Seguí. Revisado por Caty R.

10/02/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , , | Deja un comentario

Israel – Palestina: Soledades


Por Juan Gelman

No se trata de «la soledad de dos en compañía», que tanto le pesaba a Campoamor, sino la del que nada contra la corriente. La lista de esas soledades puede ser muy larga en este mundo cada vez más deshumano. La de los judíos no israelíes disconformes con las políticas de Tel Aviv es una de ellas. Se conoce la trampa: quien critica la matanza de Gaza -un ejemplo- es antisemita y el judío que lo hace es «un judío que se odia a sí mismo». Siendo así, quien denuncia las matanzas de las dictaduras africanas corre el riesgo de ser tildado de racista.

Anders Carlberg, presidente de la comunidad judía de Gotemburgo, Suecia, ha señalado un aspecto del problema: «Las pequeñas comunidades judías típicas del norte de Europa se encuentran en un dilema. A pesar de su identificación con Israel, y su certeza de que tiene derecho a proteger a sus ciudadanos de ataques que ponen en riesgo sus vidas, muchos judíos europeos se sienten incapaces de justificar el bombardeo de escuelas y de las áreas urbanas densamente pobladas de Gaza con base en el principio de la defensa propia. La inocencia de la niñez es universal y compartimos la responsabilidad por los niños del mundo con el resto de la humanidad» (Ha’aretz, 16-1-09). ¿Qué les queda a esos judíos europeos? El silencio de una conciencia turbada.

Esto no significa que son justificables los incendios de sinagogas que se produjeron en distintos países. No deja de ser cierto, sin embargo, que los más de 1300 muertos de Gaza, en su mayoría civiles y sobre todo niños, son el resultado de una decisión del gobierno de Olmert y que esa decisión abrió el espacio para que tuvieran lugar esas manifestaciones en el marco de un sentimiento generalizado de repudio. Cabe preguntarse quién es entonces el responsable de estas acciones verdaderamente antisemitas.

Tel Aviv repite su válido argumento: la invasión a Gaza fue la respuesta al constante repiqueteo de los misiles que Hamas envía al sur de Israel. Lo dijo también Barack Obama: «Si alguien lanzara cohetes sobre mi casa donde mis dos hijas duermen cada noche, yo haría todo lo que está a mi alcance para que eso se termine». Le respondió el periodista francés Michel Collon: «¿Proteger a sus hijas? ¡Cómo lo comprendo! Pero, para ser totalmente correcto con ellas, ¿no debería usted contarles la historia de esa casa? ¿Decir que usted se la robó a los propietarios? ¿Y también el jardín y todos sus alrededores? ¿Y que usted obligó al antiguo propietario a vivir en la casilla del perro? Pues exactamente eso es lo que ha hecho Israel robando a los palestinos sus casas y sus tierras y forzándolos a vivir en campos de refugiados» (www.michelcollon, info, 13-1-09). Mientras continúe el cerco de Gaza, donde l,5 millón de personas se consumen literalmente de hambre y sed, el pueblo palestino será un pueblo agredido.

El escritor francés Jean-Moïse Braitberg debe haber entrado en la categoría de «judío que se odia a sí mismo»: dirigió una carta al presidente de Israel para pedirle que el nombre de su abuelo Moshe -gaseado en Treblinka en 1943- sea retirado del Memorial de Yad Vasehm erigido en memoria de las víctimas de la Shoá. «Le solicito que acceda a esta demanda -dice la carta- porque lo que sucedió en Gaza y, en general, la suerte destinada al pueblo árabe de Palestina desde hace 60 años, a mi juicio descalifica a Israel como centro de la memoria del mal infligido a los judíos y, por ende, a la humanidad entera» (Le Monde, 28-1-09).

Sir Gerald Kaufman, miembro veterano del Partido Laborista inglés, exigió en un debate de la Cámara de los Comunes sobre Gaza que Londres impusiera un embargo de armas a Israel. Fundamentó así su demanda: «Mi abuela yacía enferma en la cama cuando los nazis entraron en su casa y un soldado alemán la mató a tiros. Mi abuela no murió para darles cobertura a los soldados israelíes que matan abuelas palestinas en Gaza. El gobierno israelí actual explota impiadosa y cínicamente el sentimiento de culpa de los gentiles por la matanza de judíos en el Holocausto para justificar las muertes de palestinos que causa» (www.noquarter.usa.net/blog, 18-1-09). Sir Gerald, que recibió una educación judía y sionista ortodoxa durante su niñez en Polonia, señaló que la alegación de que muchas de las víctimas palestinas eran militantes era idéntica «a la de los nazis» y agregó: «Supongo que los judíos que lucharon en el ghetto de Varsovia habrían sido motejados de militantes».

La tragedia de Gaza no tiene un cese a la vista. Benjamin Netanyahu –posible triunfador en las elecciones israelíes del 10 de febrero próximo– manifestó que la ofensiva contra Hamas «no había ido demasiado lejos» y que «no habrá más alternativa que derribar al régimen de Hamas en Gaza» (AP, 4-2-09). Está claro.

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09/02/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , , , , | Deja un comentario

El Israel de las manifestaciones por la paz


ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS Y LA IZQUIERDA REALIZARON CIENTOS DE ACTOS CONTRA LA OPERACION EN GAZA

Unos veinte grupos pacifistas, entre ellos Coalición de Mujeres por la Paz, Anarquistas contra el Muro y el Centro de Información Alternativa, son parte de una resistencia al accionar bélico de los gobernantes.

Por Herman Schiller

Hace pocos días se había anunciado que iba a hablar en la Universidad de Tel Aviv el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, artífice de la masacre de Gaza. Rápidamente los estudiantes se movilizaron llenando las paredes de esa casa de estudios con pintadas que decían «Barak rotzeaj» (Barak asesino). Y el ministro, «por precaución», ante la evidencia de que podrían producirse confrontaciones, decidió suspender la conferencia.

Este es uno de los tantos episodios que desde el 27 de diciembre han revelado la resistencia que, en condiciones nada fáciles -y en un clima político, social y comunicativo adverso- se ha extendido en Israel.

Los organismos de derechos humanos israelíes han protestado por el silencio que los medios centrales han guardado al negarse a informar a la población sobre las numerosas manifestaciones que a diario y a lo largo y a lo ancho del país se produjeron contra la escalada bélica. Una de las más numerosas, encabezada por el legendario Uri Avneri (líder de Gush Shalom, Bloque de la Paz, y autor del libro Israel sin sionistas), superó las diez mil personas en Tel Aviv y sólo mereció 27 palabras (dentro de una nota muy larga) del matutino Haaretz, que suele ufanarse de su «pluralismo».

Esa movilización, que recorrió la zona céntrica de la populosa urbe (desde la plaza donde asesinaron a Yitzhak Rabin hasta la Cinemateca, ocupando todos los carriles de la ancha avenida Ibn Gabirol), fue promovida también por otras 20 organizaciones pacifistas, incluidos la Coalición de Mujeres por la Paz, Anarquistas contra el Muro y el Centro de Información Alternativa. La pancarta gigante de Gush Shalom decía en hebreo, árabe e inglés «¡Stop asesinatos!», «¡Stop al cerco!», «¡Stop a la ocupación!».

Entre las consignas coreadas por la densa columna se encontraban las siguientes: «Uno no construye una campaña electoral sobre cadáveres de niños», «Judíos y árabes no queremos ser enemigos», «Olmert, Livni y Barak, la guerra no es un juego», «Todos los ministros del gobierno son criminales de guerra», «Basta, basta, hablen con Hamas» y «Barak, Barak, no te preocupes, nos encontraremos en La Haya» (en alusión a la denuncia internacional que los organismos de derechos humanos israelíes formularon contra su gobierno).

También proliferaron los carteles, algunos parafraseando los lemas electorales de Barak: «Barak no es un amigo, sino un asesino» (el lema original de campaña dice «Barak no es un amigo, es un líder»). Y, también: «Los seis escaños de la Knesset, escaños de la guerra», en referencia a las encuestas que muestran que desde el comienzo de la masacre el laborismo ganó seis escaños.

La ultraderecha hostilizó la movilización durante todo el trayecto y al llegar a la Cinemateca, donde estaban previstos los discursos, la policía se alejó y la patota comenzó sus agresiones con palos y armas de fuego. Hubo corridas, los provocadores se hicieron dueños de la situación y la oratoria debió ser suspendida.

Los militantes de Gush Shalom me enviaron el texto del discurso que debió pronunciar Avneri. «Acuso a Ehud Barak de aprovechar a los soldados del ejército para obtener más escaños -decía, entre otras cosas-; acuso a Tzipi Livni de abogar por la matanza para llegar a ser primera ministra; acuso a Ehud Olmert de intentar tapar la putrefacción y la corrupción de su gobierno con esta desastrosa guerra» (..)

Las críticas que en todo el mundo suscitaron las acciones del ejército israelí en Gaza dieron lugar a réplicas desde el judaísmo oficial: «Ustedes no tienen en cuenta los misiles de Hamas que caen sobre la población civil del sur de Israel».

Esta argumentación fue respondida por un importante referente del pacifismo israelí en la propia Beer Sheva, una de las ciudades afectadas por los misiles palestinos. Se trata del profesor Nevé Gordon, director del Departamento de Política y Gobierno de la Universidad Ben Gurión, que declaró a la periodista Amy Goodman en un reportaje: «Recién, hace menos de una hora, cayó un cohete a pocos metros de mi casa. Mis dos hijos duermen desde hace una semana en un refugio antibombas. Y aun así, creo que lo que está haciendo Israel es una atrocidad». Gordon es uno de los tantos profesores e intelectuales israelíes que nadaron contra la corriente y concurrieron a las masivas demostraciones llevadas a cabo en Tel Aviv.

En esa misma ciudad de Beer Sheva, un nutrido grupo de judíos y árabes desafió la prohibición de concentrarse durante la guerra y realizó una protesta silenciosa. No vocearon consignas y se limitaron a portar carteles con las leyendas «Queremos diálogo, no violencia» y «Judíos y árabes se niegan a ser carne de cañón». El grupo me envió el texto de la convocatoria firmada por los judíos Daniela Yudelevich, doctora Merav Moshé y Bela Alexandrov y los árabes Sultan Abu Abied, Anuar Hajoj y Fadi Masmara. El desafío fue reprimido y se produjeron varias detenciones, entre ellas la de Lea Shakdiel, una judía religiosa ortodoxa perteneciente al grupo Ierujam. El semanario en castellano Aurora, que aparece en Tel Aviv y ha mostrado una absoluta incondicionalidad con la guerra desatada por su gobierno, tituló así una de sus últimas ediciones: «Tolerancia cero contra manifestantes». Y esa misma publicación informó que en Beit Hanina, seis kilómetros al norte de Jerusalén, la policía detuvo a todos aquellos que intentaron levantar una carpa de la dignidad (al estilo argentino) «en honor de los muertos en Gaza».

Estos son apenas algunos ejemplos emblemáticos. La lista completa es absolutamente mayor. Le di prioridad a la digna tarea que realizan los organismos israelíes de derechos humanos, pero también ha sido muy gravitante la acción de la izquierda, que realizó centenares de actos y movilizaciones.

En Haifa, la ciudad portuaria donde abundan las parejas mixtas y sigue vigente el chiste (¿chiste?) de que la paz entre judíos y palestinos sólo se logrará en la cama, los actos fueron numerosos. Los dos más importantes tuvieron lugar en el barrio de Wadi Nisnas y en el Monte Carmelo.

De los últimos días, quiero destacar la marcha de Tel Aviv a Jaffa (Iafo) que congregó a unas 10.000 personas. Y en esta última ciudad, pletórica de galerías de arte y teatros independientes alternativos, se espera una concurrencia multitudinaria para el próximo sábado a la noche, jornada tradicional de las grandes concentraciones en Israel. Además los Médicos Israelíes por los Derechos Humanos están culminando su campaña de recolección de medicinas y alimentos para ser enviados a Gaza.

En cuanto a las elecciones, la izquierda en las últimas horas ha volcado buena parte de sus esfuerzos a denunciar la campaña racista y fascista de Ivette Lieberman, un miembro de la mafia rusa que llegó a Israel después de la desintegración de la URSS y que viene obteniendo buenos resultados en los últimos comicios liderando un partido que se llama Israel Beteinu (Israel, nuestra casa).

En el campo de los judíos en el mundo, hay numerosas expresiones dignas de destacar, pero por razones de espacio me limito a citar dos: el comunicado de Apemia (Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA), que aquí en Buenos Aires repudió la masacre de Gaza, y sobre todo, el manifiesto emitido por decenas de intelectuales y docentes universitarios judíos de Gran Bretaña, que en sus párrafos esenciales señala: «El verdadero motivo del ataque a Gaza es que Israel sólo desea tratar con los colaboracionistas. El principal crimen de Hamas no es el terrorismo, sino su negativa a convertirse en un pelele en manos del régimen de ocupación (..). Los abajo firmantes somos todos de origen judío. Cuando vemos los muertos y los ensangrentados cuerpos de niños pequeños, los cortes de agua, de electricidad y de comida, recordamos el asedio del ghetto de Varsovia».

Gerardo Liebner, historiador de origen uruguayo que reside en Tel Aviv, fue entrevistado largamente y vía telefónica por La colectiva, un programa radial que se emite en Montevideo. Sobre el final, Liebner señaló: «Repudiar la política del actual gobierno israelí no es ser antisemita, sino algo legítimo y una forma de apoyar de verdad al futuro democrático de la sociedad israelí».

Justamente, la banalización y superficialidad con que el judaísmo oficial acusa de antisemita a cualquiera que se atreva a confrontar con la política oficial israelí se entremezcla hoy, sobre todo en Buenos Aires, con algunos impresentables que se han colado en el rechazo a la masacre de Gaza y parecen más cerca de la policía, de la burguesía árabe menemista de Goebbels o del Medioevo, que de la revolución socialista.

Este tema, que ahonda aún más la confusión en la sociedad, y la demonización absoluta y total que realiza algún segmento de izquierda, omitiendo las contradicciones y la profundidad de la lucha de clases en el campo israelí y judío, son por ahora rubros secundarios que no deben opacar la monstruosidad de la masacre de Gaza. Pero son temas que existen y en etapas inmediatas deberían formar parte de la agenda de debates sin preconceptos.

Mi posición es conocida: estoy a favor de la creación del Estado palestino al lado de Israel y no en lugar de Israel. Y estoy por la in-teracción de las fuerzas revolucionarias y socialistas palestinas e israelíes. Tal como se ratificó hace pocos días en una reunión que mantuvieron delegados del Partido del Pueblo (PC palestino), del Partido Comunista Israelí y del Frente Democrático por la Liberación de Palestina que preside un viejo luchador como Hawatmeh.

Esta posición -soy un revolucionario pero no puedo dejar de admitirlo- suele generarme sólo angustia y sentimiento de soledad. Muchos judíos me han declarado «traidor» y no pocos compañeros de izquierda me recriminan que ésta es una posición «funcional a los intereses sionistas».

Repudio una y otra vez la masacre de Gaza. Pero no voy a marchar con quienes esgrimen los mismos argumentos («judaísmo internacional», «sinarquía», «ratas», «apátridas») que utilizaba Felipe Romero en la revista El Caudillo (órgano de la Triple A) y que muy poco tiempo después usaron los militares de la dictadura cuando torturaban a los muchos judíos que pertenecían a ERP, Montoneros y demás organizaciones combatientes.

Paz y amistad entre Palestina e Israel. Paz con justicia, por supuesto; no la paz de los sepulcros, ni la paz impuesta por los ocupantes, ni la paz que le convenga al imperialismo.

Paz con justicia entre Palestina e Israel. Por el momento sólo parece una consigna voluntarista y utópica. Pero cada día somos más.

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03/02/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , , | Deja un comentario

Video : Primer ministro turco Erdogan abandona debate en Davos


vide

01/02/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , , , , | Deja un comentario

Israel, Palestina y la narrativa mentirosa


30-01-2009

Claudio Fabian Guevara

Rebelión

Los diarios del mundo anuncian que los ataques de Israel contra el territorio palestino cesaron, debido a una «tregua unilateral» que aprobó el gabinete de Seguridad israelí. La cifra de víctimas fatales supera el millar, los bombardeos destrozaron hospitales, escuelas y hasta organismos de la ONU. Decenas de marchas en todo el mundo protestaron por la masacre repetida de inocentes en el campo de concentración que es hoy Gaza y Cisjordania.

Sin embargo, Israel ganó una vez más la batalla política e informativa. Solo dos gobiernos hasta ahora, Bolivia y Venezuela, han tomado decisiones fuertes y han roto lazos diplomáticos con el régimen israelí. El resto se llama al silencio. Y los medios masivos informaron sobre la guerra, pero en términos que encubren el verdadero alcance de esta tragedia.

Es que Israel no sólo emplea las más altas tecnologías en en el campo de batalla, sino también un arsenal de propaganda sofisticada en los medios. La estrategia informativa del estado israelí es muy eficiente para lograr tres «efectos» de sentido en las audiencias del mundo:

1) En primer lugar, aislar al conflicto de la historia. Muy pocos ciudadanos pueden enterarse a traves de las noticias de que, antes de la creación del Estado israelí mediados de siglo, los palestinos ya estaban allí. Que la creación de Israel implicó el despojo y el desplazamiento de miles de familias palestinas. Por eso judíos y palestinos están enfrentados ahora por la posesión de un territorio que ambos reclaman como propio.

2) En segundo lugar, se oculta la progresión de este despojo. Es prácticamente imposible enterarse, por los medios tradicionales, que Israel hace muchos años que expande su territorio a través de nuevas guerras de ocupación, y mediante la acción de colonos que ocupan nuevos asentamientos. Siempre, por supuesto, ocupando terrenos que pertenecen a otras familias palestinas, que pasan a engrosar los millones de desplazados que viven miserablemente, en territorios bajo control militar israelí.

3) En tercer lugar, la estrategia israelí logra que millones en el mundo se declaren neutrales porque piensan que éste es un conflicto en el que ambos lados tienen su parte de responsabilidad. Y no faltan quienes apoyan abiertamente a Israel porque creen en los argumentos sobre la «lucha contra el terrorismo».

¿Cómo se construye este manto de encubrimiento sobre delitos de lesa humanidad?
Estamos hablando de una ocupación militar mantenida durante décadas, de un pueblo entero al que se le niega su derecho a un Estado, del constante robo de más territorios y la aparición de nuevos refugiados cada año…. Estamos hablando, además, que cuando estas poblaciones condenadas a vivir en un campo de concentración se rebelan, con piedras o con armas, se las bombardea, se destruyen sus ciudades, se asesina a sus representantes y a sus autoridades en nombre del «derecho de Israel a defenderse».

El caso no indigna aún a más gente en el mundo porque el periodismo corporativo construye una falsa simetría informativa sobre el caso palestino. Llamo «falsa simetría informativa» a una narración periodística que, aparentando neutralidad y equilibrio ante un conflicto, describe a los contendientes como partes con responsabilidad similar en la disputa.

En el caso de Palestina, la falsa simetría iguala a ocupantes y ocupados, opresores y víctimas. Es frecuente, por ejemplo, que se informe que Israel toma «represalias» ante la «provocación» palestina. Este enfoque le asigna discretamente la responsabilidad del problema a los palestinos. En esta última contienda, el gran protagonista «equilibrador» de los bombardeos israelíes sobre la población de Gaza, fueron los siempre-presentes-en-las- noticias cohetes palestinos.

El último capítulo de este relato repetitivo dice que Israel emprendió la guerra para acabar con el lanzamiento de cohetes desde Gaza. Que Israel lo que quiere es acabar con el grupo Hamas, tildado de «terrorista». Que todo se debe a que este grupo de irresponsables ataca en forma insensata a un enemigo de mayor poderío. Que Israel, agotada su paciencia, no tiene más remedio que responder para proteger a su población. Que la dirigencia palestina está dividida en interminables rencillas internas, y que Israel es una nación democrática y pacífica, pero acosada por sus vecinos.

Basta releer diarios viejos para hallar las claves de esta narrativa mentirosa. Días atrás, por ejemplo, se relataba que el conflicto llegaba a su fin porque Israel decidía «unilateralmente» un alto el fuego, mientras Hamas continuaba imponiendo condiciones.

Este relato le concede a Israel el papel de potencia amante de la paz, y a su oponente, el de un hombrecito obcecado que, luego de haber recibido una paliza, insiste en seguir peleando.

Estos argumentos, con leves variantes, se repiten en cada conflicto. Hace un año, por ejemplo, fue una historia similar la que justificó la destrucción del Líbano. Es claro que esta fachada se sostiene con un trabajo sistemático por parte de un batallón de asalariados de Israel en todo el mundo que se encargan de repetir estereotipos y falsas premisas, mientras presionan para que sus oponentes permanezcan tan invisibles e inaudibles como sea posible. Es un verdadero «cerrojo» informativo: la maquinaria de propaganda isrealí moldea la historia que se narra al mundo a través de su ejército de fuentes, opinólogos, congresistas alcahuetes, etc., mientras la ocupación militar elimina cualquier verificación independiente, negando el acceso de periodistas y observadores neutrales a la zona de conflicto.

La mayoría de las noticias occidentales muestran ostensible influencia de la propaganda de guerra israelí. Los periodistas caemos en una trampa si la repetimos con el argumento de que debemos ser neutrales ante un conflicto, y que debemos escuchar los testimonios de ambos lados.

Más que en el equilibrio, creo en una postura moral honesta y clara de los comunicadores. Prefiero saber desde qué lugar -político, ideológico, nacional- se informa. La neutralidad es sólo un espejismo, una construcción discursiva engañosa. Y muchas veces, la neutralidad puede ser inmoral.

Hace unos días el periodista británico Robert Fisk opinó sobre este dilema: dijo que los periodistas deberíamos estar del lado de quienes sufren. Si reportáramos el comercio de esclavos en el siglo XVIII -dijo-, no le daríamos igualdad de tiempo al capitán del navío esclavista que a los africanos encadenados. Si cubriéramos un campo de concentración nazi, no le daríamos el mismo espacio al vocero de Hitler que a los prisioneros.

Reportar sobre la tragedia Palestina -el bloqueo cubano, el sufrimiento iraquí u otras violencias metódicas del Imperio- reclama aplicar esta lógica simple y transparente. No cultivar un falso equilibrio, ni sostener una neutralidad que no corresponde. Llamar a las cosas por su nombre, hablar a corazón abierto, e informar para que la gente no sólo se entere, sino también entienda.

30/01/2009 Posted by | Politica Internacional, Uncategorized | , , , , | Deja un comentario